El Ayuntamiento se compromete a hacer una antológica de Ocaña
Martí aceptó el reto tras la queja de un hermano del artista
"Quiero decir que es vergonzoso que el Ayuntamiento de Barcelona no haya hecho una exposición antológica sobre mi hermano. ¡Desde la muerte de la concejal Maria Aurèlia Capmany [en 1991] toda la sensibilidad ha desaparecido!". Jesús Pérez Ocaña, hermano gemelo de José, el artista fallecido hace ahora 25 años, se quitó una espina de encima y los comensales reunidos en el hotel Ritz prorrumpieron en aplausos. Carles Martí, primer teniente de alcalde del Consistorio, se vio entre la espada y la pared y, acertó a decir: "Asumo el reto y la haremos".
El lobby Uno de los Nuestros, un colectivo formado por diferentes profesionales del mundo de la cultura y el deporte que tienen en común ser de izquierdas, entregó el martes por la noche el III Premio Christa Lem a Marcos Ana, el poeta comunista que pasó 20 años en prisión y 14 en el exilio. Y no quiso desaprovechar la ocasión para rendir un tributo a Ocaña, el artista sevillano enamorado de la Barcelona de los setenta, la Barcelona de los prostíbulos, de los chulos, del Petit Paris, como él decía, y a quien le inspiraba para dar lo mejor de sí mismo hasta una mujer sentada encima de la basura comiendo una rodaja de sandía, como le dijo en una entrevista que le hizo Terenci Moix y que se pasó en vídeo.
El poeta Marcos Ana recibió el premio Christa Lem de Uno de los Nuestros
La familia de Ocaña agradeció el gesto y quiso decir que Barcelona aún no ha visto nunca sus últimas 30 obras cuando experimentaba con acrílico sobre papel de embalar, aunque Ferran Mascarell, ex concejal de Cultura, se comprometió a hacer una exposición después de la antológica de Nazario en la Virreina en 2002. Ahora, el medio millar de obras de Ocaña están en Cantillana (Sevilla), a la espera de ser instaladas en un hospital de estilo mudéjar, reconvertido en museo.
Bajo un ángel de Ocaña con la bandera republicana, Marcos Ana, de 88 años, aguardaba a que Joan Estrada, presidente del lobby, le concediera el premio. Con un humildad sobrecogedora, Marcos Ana, que conoció en prisión a Miguel Hernández y fue amigo de Rafael Alberti, dijo que no merecía tanto. El ex fiscal Carlos Jiménez Villarejo le definió como "un excelente demócrata y excelente comunista" y la actriz Loles León le leyó una carta de Pedro Almodóvar, que quiere rodar una película sobre su vida. Superado por el agasajo, dijo que la distinción no era sólo para él, sino para todos los compañeros que con él sufrieron la cárcel y el exilio. "No tengáis piedad de mí. He tenido la vida que he querido. Hasta la etapa de la cárcel la considero hermosa", dijo, para acabar de pasar la noche feliz charlando con la cantante Lidia Pujol.
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