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Reportaje:diseño

Regreso al futuro

B&B lanza muebles de exterior y recupera la serie Swell que Schultz firmó en 1966

Anatxu Zabalbeascoa

Que el futuro pueda estar enterrado en el pasado tiene, por lo menos, una lectura nostálgica y otra muy optimista. La empresa italiana B&B, la primera en recibir en 1989 el Compasso d'Oro, un galardón hasta entonces reservado a productos, cree que indagar en el pasado y desenterrar valores y logros es, simplemente, una cuestión de justicia. Y de oportunidad.

Así, para su primera colección de muebles para exterior, esta firma, que hoy tiene sede en un edificio del Pritzker Renzo Piano levantado cerca de Como y que exporta el 75% de su producción, ha recurrido a una combinación sorprendente: una colección de su diseñadora fetiche, Patricia Urquiola, y otra ideada por el norteamericano Richard Schultz nada menos que hace 42 años.

La propia firma italiana nació, precisamente, en 1966, el año en el que Schultz firmaba su incombustible serie, la colección Swell, de plástico y aluminio, para hacer vida en el exterior. Schultz ideó sus sillas para solucionar el problema de una amiga, Florence Knoll, que estaba harta de que las butacas de exterior se echaran a perder con la humedad y el salitre en su casa de Florida.

Knoll era, además, otra leyenda en el mundo del diseño de los años sesenta. Dueña de la mítica empresa Knoll, fabricaba, por entonces, las sillas Tulip, de Eero Saarinen, otra leyenda más. Entre Knoll y Schultz lograron que la serie Swell fuese un éxito, y Schultz, que todavía distribuye sus muebles en Norteamérica y Suramérica, se convirtió en un especialista, que no en un fundamentalista, de la línea recta y el color blanco.

Con el tiempo llegó a firmar colecciones como la Topiary, que buscaban, para las sillas de exterior, la calidad floral de los arbustos.

A pesar de su relación con el exterior, la imitada serie Swell no ha sentido nunca esas tentaciones arbóreas. Su éxito fue discreto, para adelantados o para clásicos. Las tumbonas, las mesas y las sillas nacieron, sin embargo, vacunadas contra las modas pasajeras con un diseño puro y atemporal, en el que los finos tubos de aluminio y el blanco inmaculado se adelantaban al entonces futuro diseño minimalista.

Hoy, B&B ha querido recuperarlos y añadir un carrito de servicio y algunas piezas en negro. La vigencia de estos muebles maduros y limpios contrasta con la propuesta rabiosamente actual de la serie Canasta de la diseñadora asturiana Patricia Urquiola. Trenzando el poliuretano como si fuera paja, la diseñadora ha agujereado el descanso exterior, le ha dado curvas y una nueva escala con piezas pequeñas, de apoyo, o inmensas. Casi como una cama redonda de exterior.

Aunque es la primera vez que B&B lanza una colección en el creciente mercado de mobiliario exterior (la colección Swell sólo había aparecido en su catálogo incompleta y dentro de la rama de hogar), no es la primera ocasión en que Urquiola saca sus muebles al sol. Ya saben que esta arquitecta empezó tarde a firmar sus piezas de diseño, pero viene pisando más fuerte que nadie desde entonces. Así, la empresa Kettal lanzó, hace dos años, su serie Maia de mobiliario exterior.

Las tumbonas de Schultz, de 1966, que recupera B&B en su nueva colección.
Las tumbonas de Schultz, de 1966, que recupera B&B en su nueva colección.

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