Rábago, Benito-Butrón y Subinas juzgarán al 'lehendakari'

El presidente del Tribunal Superior de Justicia vasco, Fernando Ruiz Piñeiro, certificó ayer los nombres de los tres magistrados, elegidos según un turno preestablecido, que juzgarán al lehendakari, a los dirigentes socialistas Patxi López y Rodolfo Ares y a cinco dirigentes de la ilegalizada Batasuna por sus reuniones durante el fallido proceso de final dialogado de ETA.

El pasado viernes, la comisión de la Sala de Gobierno del alto tribunal, tras debatir un informe en el que se señalaba que el nombramiento del tribunal juzgador no debería salir de la citada sala, sino de la presidencia del TSJPV, pasó la pelota a Fernando Ruiz Piñeiro. La decisión no tenía ninguna lectura política, dado que la elección de la sala que juzgará a Ibarretxe, López y Otegi es automática. Los tres jueces designados ayer están elegidos "en base al turno preestablecido", según confirmaron fuentes jurídicas.

Antón Subinas era el único magistrado que ya se sabía que estaría en la sala. Subinas fue nombrado por el Consejo del Poder Judicial en julio de 2007 miembro de la Sala Civil y Penal del alto tribunal vasco. En febrero de 2005, el Consejo rechazó la terna presentada por la mayoría de la Cámara vasca para cubrir el puesto. El Tribunal Supremo anuló ese acuerdo porque el Consejo no motivó su decisión. En la nueva terna, el abogado Subinas también estaba presente. Fue elegido por nueve votos a favor y ocho en blanco.

Recusación

Para completar la sala juzgadora, Piñeiro designó a Manuel Díaz de Rábago, presidente de la Sala de lo Social del TSJPV. El Foro Ermua ha anunciado que le volverá a recusar -ya le recusó sin éxito cuando formó parte de la Sala del 77- porque le considera "parcial" por sus opiniones sobre la propuesta del lehendakari y sus escritos, contrarios a la Ley de Partidos. Si no hay nadie más recusado, no se conformará la Sala del 77 y serán Subinas y Rábago los encargados de resolver la recusación.

El tercer juez del tribunal será Juan Carlos Benito-Butrón. Forma parte de la Sala de lo Social del alto tribunal vasco. "Su perfil es el de un juez profesional no adscrito a ninguna facción dentro de la judicatura", señalaron fuentes jurídicas. Es un enamorado del Athletic y en dos ocasiones -caso Zubiarre y caso Núñez- pidió ser apartado de las causas por su condición de "socio" de ese equipo de fútbol.