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Costa sopesa su alternativa con Aguirre y ésta la ve con buenos ojos

Elorriaga, un dirigente moderado y de confianza del líder, le retira su apoyo

Carlos E. Cué

La posible candidatura alternativa a Mariano Rajoy toma cuerpo en el PP, aunque nada hay aún definitivo porque Juan Costa, el único que de momento parece dispuesto a encabezarla, no acaba de dar el paso. No obstante, en los últimos días aumenta el número de personas que le animan a hacerlo. El diputado castellonense ha mantenido conversaciones con una persona clave en la oposicón a Rajoy: Esperanza Aguirre. Según fuentes de los dos sectores, no hay ningún compromiso firme de apoyo, pero la presidenta de Madrid ve con buenos ojos la posibilidad de que Costa se presente, y ella le apoyaría. Se unirían así dos sectores: el moderado, representado por Costa, y el duro, en el que está incluida Aguirre.

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Sin embargo, Costa necesita, para que su candidatura sea creíble, un grupo de notables de todas las generaciones y de varias autonomías. Por eso aún no ha dado el paso definitivo. En su grupo de influencia también hay dirigentes que señalan que plantear una alternativa sería un regalo para el líder y lo mejor es presionarle para que dimita y deje paso.

Mientras, Rajoy vivió ayer un nuevo lunes negro. Ya sólo le quedan tres hasta el congreso, pero el de ayer fue especialmente doloroso, porque muestra su soledad. Su hombre de confianza durante años, uno de los pocos marianistas de antiguo, jefe de campaña en 2004 y uno de los dirigentes más respetados del PP, Gabriel Elorriaga, decidió dar el enésimo portazo al líder, el segundo de alguien de su equipo -antes fue Costa-.

"Hay proyecto y hay equipos disponibles, lo que ahora se necesita es un liderazgo renovado, sólido e integrador, y eso es algo que, aunque me pese, Mariano Rajoy no está en condiciones de ofrecer", escribió como epitafio al final de un artículo de opinión muy medido y publicado en El Mundo, el periódico que cada día reclama la dimisión del líder.

El portazo de Elorriaga -que podría sumarse a la candidatura de Costa- es distinto al de Eduardo Zaplana, Ángel Acebes, María San Gil o José Antonio Ortega Lara, porque el todavía secretario de Comunicación del PP, un político profesional de larga trayectoria en el aparato del partido y del Gobierno entre 1996 y 2004, comparte la línea moderada que Rajoy parece querer impulsar.

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Su huida muestra, por tanto, que no sólo el sector duro sino también una buena parte de los moderados, está contra Rajoy. Es el caso de Costa o Gustavo de Arístegui.

Elorriaga deja en evidencia además algo que cada vez más dirigentes repiten en privado y que José María Aznar insinuó en público: la incapacidad de Rajoy para implicar a todo el partido en su proyecto, crear equipos de integración y comprometer a personas relevantes. Si ni siquiera ha sido capaz de mantener en su equipo a la persona que le fue más fiel y cercana desde 2004, comentaban ayer varios dirigentes, es muy difícil que pueda tirar de todo el partido. Algo similar le ha ocurrido con otros dirigentes del aparato tradicional y con peso político como Carlos Aragonés.

En la ruptura personal de Elorriaga con Rajoy ha influido mucho, según fuentes cercanas al secretario de Comunicación, el silencio del líder. Casi no han hablado desde las elecciones. No le ha implicado en su estrategia, diseñada junto a unos pocos fieles entre los que están Pedro Arriola, José María Lasalle y Jorge Moragas o Esteban González Pons, a los que tampoco da detalles. La soledad del líder queda de relieve en que incluso este último apoyo, fiel a Francisco Camps, sugirió ayer en Onda Cero que escuchará a Costa si presenta una alternativa. Mientras, personas como Pío García Escudero y Soraya Sáenz de Santamaría apenas aparecen para apoyar a Rajoy en un momento de máxima debilidad, lo que aumenta la sensación de soledad.

Mientras, en pleno caos, Francisco Álvarez Cascos, ex secretario general muy crítico con Rajoy, presentó ayer una enmienda a la ponencia política para retirar la definición del PP como partido de centro y en su lugar señalar que es una "organización inspirada en los principios liberales y del humanismo cristiano", informa Efe.

Esperanza Aguirre, durante la inauguración de la autovía M-111, en el noreste de Madrid.
Esperanza Aguirre, durante la inauguración de la autovía M-111, en el noreste de Madrid.EFE

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