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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Iglesia e impuestos

Por claros intereses, o por ignorancia, no son pocos los que engañan a los contribuyentes diciendo que al poner la cruz en el 0,7 en la casilla de la Iglesia católica o de las obras sociales "no pagan más". No hay aquí multiplicaciones milagrosas, y todo se paga de verdad. Cierto que "no se paga"... de inmediato, pero en definitiva, el déficit de ingresos que suponen estas sustracciones hace que el Estado recupere lo que le falte recaudando más de todos, incluido el que ha colocado una o las dos cruces. Sin embargo, entre ambas cruces hay también grandes diferencias. El que pone una cruz en obras sociales -que se supone son muy necesarias- no hace sino subrayar el obligado papel social del Estado, por lo que lo que él y los demás deberán pagar después para reponer lo sacado al Estado será justo y, cuantitativamente, poco. Por el contrario, el que pone la cruz en la casilla de la Iglesia católica saca de los ingresos del Estado toda esa cantidad, obligando a todos los demás también a reponerla por entero. Lo sepa o no, este contribuyente está, pues, cometiendo un gran abuso legalizado contra el bolsillo de todos y la libertad de conciencia de muchos.

Y lo grave no es decirlo, sino que es indiscutible de qué bolsillo sale cada euro, y que el Estado y la Iglesia católica -el primero para tenerla bajo su poder, y la otra para aprovecharse económicamente- hayan inventado tan gran atropello, que, por triple motivo, económico, moral y religioso, los católicos de verdad debieran ser los primeros en denunciar.

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