Un simposio aboga por unificar los manuales de historia
La propuesta quiere contribuir al fin del etnocentrismo en el Mediterráneo
El simposio internacional Diálogo intercultural Europa-Mediterráneo, una iniciativa del Instituto Europeo del Mediterráneo que reunió ayer a más de 60 intelectuales en una intensa jornada de debates celebrada en la capilla de Santa Àgata, reseñó en sus conclusiones las siguientes propuestas: unificar los contenidos de los manuales de historia para evitar visiones etnocéntricas; promover el estudio de clásicos de todas las culturas; establecer un código ético sobre producciones audiovisuales; impulsar nuevos mecenazgos pactados entre los sectores público y privado; favorecer la aparición de industrias culturales en la cuenca sur del Mediterráneo y apoyar traducciones de obras literarias de países vecinos, especialmente de libros escritos en árabe para hacer más visible la diversidad lingüística de la región euromediterránea.
El encuentro pide mejoras educativas para fomentar el diálogo intercultural
Las aportaciones de los ponentes, junto con las reflexiones de otros escritores y filósofos recogidas en el nuevo número de la revista Quaderns de la Mediterrània y las contribuciones realizadas por representantes de instituciones y de la sociedad civil, se entregarán en la Conferencia Ministerial Euromediterránea de Cultura, convocada en Atenas los próximos 28 y 29 de mayo.
Los ponentes del simposio llevaban trabajando en las conclusiones del encuentro desde hace meses, pero la jornada de ayer se aprovechó para acabar de concretar las propuestas. La reunión se enmarcaba además en el programa de actividades impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona con motivo del Año del Diálogo Intercultural declarado por el Parlamento y el Consejo europeos.
Precisamente fue la comisaria europea de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad, Benita Ferrero-Waldner la encargada de inaugurar el simposio. La comisaria lamentó que los añejos trueques culturales en el Mediterráneo se hayan reemplazado por la desconfianza. "Debemos reconocer que algo está cambiando en nuestras percepciones y que los intercambios mutuos están siendo reemplazados por la incomprensión mutua. Unos sienten un claro resentimiento, enojo y frustración hacia la ribera norte del mar Mediterráneo. Otros están preocupados por la violencia, la privación económica y la frustración política resentida en algunos países de la ribera sur", lamentó.
A su juicio, la solución consiste en recuperar la vieja concepción del Mediterráneo como un "medio que facilita los intercambios comerciales, sociales y culturales" y en el que la tolerancia debe ser sustituida definitivamente por el respeto. No obstante, el camino que queda por recorrer hasta lograr ese objetivo no es fácil, como reconoció la misma comisaria austriaca en su discurso: "Para cambiar el camino de la incomprensión, los diálogos interculturales, interreligiosos y cívicos no bastan. Soy perfectamente consciente de que también se necesita una gran dosis de voluntad política para la resolución de los conflictos de la región, especialmente el de Oriente Próximo", remachó Ferrero-Waldner antes de agradecer todas las contribuciones a un debate complejo.
Si ayer algo no faltó en el simposio fue eso: propuestas concretas, muchas de ellas centradas en mejorar la educación escolar y universitaria para fomentar la diversidad cultural y en el papel que deben desempeñar los medios de comunicación en este proceso.
Así, la escritora y traductora Monika Zgustová abogó por incrementar el número de becas Erasmus, e incluso defendió que se debía crear algo similar para profesionales; mientras que Najat El Hachmi pidió a los medios de comunicación que dejen de reproducir estereotipos de ciertos colectivos de inmigrantes. Además, varias voces señalaron al nacionalismo como fuente de conflictos y como barrera al entendimiento. "El nacionalismo convierte nuestros países en fortalezas. Si podemos superar esto, quizá conseguiremos una Europa cosmopolita", sostuvo el periodista y escritor finlandés Esa Aallas. "En la ideología nacionalista, la historia y la mitología se confunden", espetó el historiador rumano Ion Bulei.
La larga lista de ideas que deja como herencia el simposio incluye además otras propuestas; como, entre otras, la de promover la libre circulación de personas en la región euromediterránea, fortalecer la cooperación universitaria, crear nuevos concursos artísticos para jóvenes creadores e impulsar las coproducciones. Como resumen del espíritu del encuentro, son muy ilustrativas las palabras con las que Baltasar Porcel cerró su intervención: "Lo mejor es la pluralidad".
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