Golpes decisivos contra la banda
La colaboración franco-española logró importantes éxitos en 2004 y 2007
La detención de Francisco Javier López Peña, alias Thierry, considerado como el actual número uno de la banda terrorista, es calificada por los expertos como la operación más importante realizada contra ETA desde la efectuada en 2004 en el suroeste de Francia, que condujo a la detención de Mikel Albizu Iriarte, Mikel Antza, y a su pareja Soledad Iparragirre, Anboto.
Mikel Antza era entonces el máximo responsable político de ETA y Amboto la supuesta jefa de los comandos legales (sin fichar) y gestora del llamado impuesto revolucionario. Los dos dirigentes etarras estaban en una casa de campo de Salies-de-Béarn, junto a su hijo de corta edad, nacido en Cuba, y dos personas más. La detención de Mikel Antza y Amboto era el golpe más importante desde la caída de la cúpula de la banda en Bidart, en 1992, y permitió descubrir cuatro arsenales con decenas de armas de fuego, 400 kilos de titadyne, 40.000 balas y 400 kilos de cloratita.
La colaboración entre las fuerzas de seguridad francesas y españolas dio otro importante golpe a ETA en julio de 2007, cuando fue descabezado el aparato logístico que nutría de armas y explosivos a los comandos de la banda. Fue la que culminó con la detención en Rodes (en el sureste de Francia) del supuesto jefe e histórico militante de la organización terrorista desde los años ochenta, Juan Cruz Maiza Artola, alias Lohi, Pintxo, Patxi y Gurutz. Junto a Maiza Artola también fueron detenidos Iker Iparraguirre Galarraga, uno de los hombres más buscados por las fuerzas de seguridad, y Galder Biotz Cornada Arnáez. Ambos eran considerados por la policía como segundones en el aparato logístico de la organización terrorista.
La suerte también tuvo su parte en la investigación que condujo a este éxito, ya que los tres terroristas fueron detenidos en una casa que habían alquilado casualmente a un gendarme que no tardó en sospechar de sus inquilinos y alertó a sus superiores. Por aquel entonces, y desde antes del alto el fuego de marzo de 2006, el departamento de Aveyron se había convertido en lugar de retaguardia de la organización y en zona de operaciones y asaltos de su aparato logístico.
Juan Cruz Maiza Artola había sucedido al frente de la logística a Zigor Garro Pérez tras su detención en diciembre de 2006 y, según la policía, formaba parte de una supuesta guardia pretoriana con la que funcionaba José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera.
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