Trias achaca a Hereu no tener ideas y callar frente a Montilla y Zapatero
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, no sabe gobernar en minoría y, además, no levanta la voz para no molestar a los gobiernos amigos de José Montilla, en la Generalitat, y de José Luis Rodríguez Zapatero, de quienes está preso. Todo eso ocurre en un momento de "agotamiento y de agonía" del modelo de gobernar de los socialistas y sus socios de toda la vida, Iniciativa per Catalunya. Ése fue el retrato que ayer trazó el líder de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias, al hacer el balance del primer año de las elecciones, que se cumple el próximo 27 de mayo. Un año perdido, resumió.
Lo hizo con un mural a la espalda que se iba dibujando a medida que el jefe de filas de CiU desgranaba sus argumentos. El apagón del verano pasado, la crisis de Cercanías, la huelga de autobuses, la tala de encinas del Tibidabo... Una radiografía de la ciudad en negro que para Trias es así por la carencia de ideas, por la falta de liderazgo y por los problemas de gobernar en minoría "de una forma chulesca y con prepotencia". Trias aludió a lo inaudito que resulta que a un año de las elecciones el gobierno no haya podido aprobar el Programa de Actuación Municipal (PAM), "aunque lo que más sorprende es que ni siquiera busque apoyo".
El presidente de CiU volvió a negar la posibilidad de presentar una moción de censura; "eso se hace si se va a ganar", dijo. A la pregunta de si en el horizonte ve una sociovergencia, una posibilidad que no niegan algunos miembros del equipo de Hereu si Jordi Portabella no se aclara, Trias dijo: "No nos morimos de ilusión por entrar en el gobierno". Luego, siguiendo la política del palo y la zanahoria, Trias se negó a desempeñar el papel de "escolanet" de Hereu, aunque aseguró: "Siempre ayudaremos a que esta ciudad vaya adelante".
Para el primer teniente de alcalde, Carles Martí, es Esquerra Republicana la que sigue teniendo la condición de socio preferente a la hora de dar estabilidad al gobierno municipal. Sin negar la posibilidad de llegar a un acuerdo con CiU, también dejó claro que se puede seguir como están: en minoría. Y añadió que eso se aclarará después del congreso de ERC.
La interpretación más singular corrió a cargo de Portabella, que criticó al PSC y CiU porque "intentan desgastar a ERC". Ese desgaste consiste, en su opinión, en las alusiones al congreso de Esquerra para aclarar el rumbo del Ayuntamiento de Barcelona.
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