Anoche soñé que volvía al juzgado

Hay un pasillo largo y estrecho con puertas numeradas. Llamo a las puertas. No hay respuesta. No encuentro la salida. El pasillo crece y crece hasta el infinito. Seis años en los juzgados de familia son el trasfondo de muchas pesadillas. El divorcio con hijos te vincula a un juzgado con una relación indeseada y patéticamente sólida. Decía Simone Weil: "La libertad en su más concreto sentido, consiste en la libertad para elegir". C. P. J. y O. A. C., defensores del Menor y del Pueblo, nada pueden hacer si hay una sentencia firme. Es noticia diaria el maltrato y las muertes. La no valoración del riesgo da sentencias legales pero no morales. Condenan a un futuro incierto. Un Código Penal que permite que los condenados por violación o abuso sexual tutelen a sus hijos falla en la protección de los menores y quienes lo consienten fallan a la sociedad y a sí mismos. Sí a la limitación de poderes. Sí a más competencias para los fiscales. Sí a psicólogos y psiquiatras. Sí a trabajadores sociales cualificados independientes de los juzgados. Sí a jueces con formación específica en los juzgados de familia. Se ha calificado al juez Palop como valiente. Sí, lo es. Pero ¿a qué se debe el silencio de la judicatura? Decía Alfonso Guerra que "el que se mueve no sale en la foto".