Los grupos políticos celebran el fin de la batalla por el Teatro Romano de Sagunto

La resaca del final de la batalla de Sagunto mostró ayer un paisaje conciliador. Una vez firmado el armisticio, concretado en el informe de la comisión de expertos, todos los grupos políticos valencianos celebraron la decisión de la Generalitat de solicitar la "inejecución" de la sentencia que dejará el Teatro Romano como está. La primera en felicitarse fue la propia consejera de cultura, Trini Miró, impulsora de la comisión. Miró destacó el "consenso" de los grupos parlamentarios en las Cortes Valencianas, que han ido "de la mano" en este tema. La consejera reiteró su negativa a admitir que el PP hubiera cambiado de opinión respecto a la rehabilitación, pero calificó de "muy perjudicial para el monumento y el mundo cultural" la reversión, en caso de haberse hecho.

También el PSPV se congratuló de la decisión del Consell. Así lo manifestó el concejal del grupo socialista en el Ayuntamiento de la localidad del Camp de Morvedre, José Luis Chover, para señalar que el PP defiende ahora "lo que atacó políticamente en su momento". Ana Noguera, diputada en las Cortes Valencianas, subrayó el "criterio unánime de todos los expertos, pero también de la sociedad civil" e hizo hincapié en la presión de las asociaciones y grupos políticos de Sagunto para "mantener" el monumento. En la misma corriente se alineó Esquerra Unida por boca de su coordinadora general, Glòria Marcos, quien mostró su "satisfacción" por que se haya recuperado "el sentido común".

El único perdedor de esta batalla parece ser ahora el abogado Juan Marco Molines, quien presentó el recurso cuando era diputado autonómico por el PP. Marcos lo definió como un "monstruo generado por el PP" y le aconsejó "disfrutar de su jubilación", Noguera dijo que "ha hecho bastante daño a la imagen de Sagunto" y Trini Miró le emplazó a llamar al presidente Camps "si quiere algo".