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100 personas reclaman cambios en el decreto de Bachillerato

Los sindicatos piden una hora más para Historia y Filosofía

El partido terminó ayer en empate. El equipo Consellería de Educación, liderado por la conselleira Laura Sánchez Piñón, Rouco Varela y otros miembros de la Iglesia, marcó ayer varios goles al equipo profesorado de Historia y Filosofía.

En la pelota se leía decreto de Bachillerato. "¡Tongo, tongo!", gritaban los filósofos e historiadores después de que el árbitro pitara el final del partido que se disputó enfrente de la Consellería de Educación. "Ha sido un empate amañado, la Iglesia se alió con la consellería e hicieron trampas", afirmó el representante de CIG-Ensino, Anxo Louzao, refiriéndose a la actuación del equipo Consellería de Educación. Al falso y al de verdad.

La CIG sigue reclamando que la asignatura de Religión esté fuera del horario lectivo. Como la LOE no lo permite, Louzao propone "aumentar el horario de los alumnos que elijan cursar esta materia". De este modo, Historia y Filosofía recuperarían una hora en el currículum. Sólo los estudiantes de Religión tendrían 34 horas lectivas en los dos años de Bachillerato -ahora tienen 32 -. La consellería, sin embargo, desestimó la propuesta del sindicato porque considera "excesivo" el incremento horario. Louzao insiste: "Nuestra idea está dentro del marco legal y organizativo. Además, Cataluña, Navarra y las Islas Baleares la están contemplando".

La CIG seguirá movilizándose en los próximos días para modificar el borrador del decreto, a pesar de que la Consellería de Educación da por cerrado el texto a la espera de que sea aprobado por el Consello Consultivo y el de la Xunta. El departamento que dirige Laura Sánchez Piñón sólo cedió, hace una semana, a una de las reivindicaciones del profesorado: quitar una hora a la nueva asignatura de Ciencias para el Mundo Contemporáneo y dársela a Educación Física. "No es suficiente. Historia y Filosofía tienen que tener una hora más en el currículum de Bachillerato", sentenció Louzao.

Terminado el partido, el campo de futbol se transformó en uno de batalla. Curas y sacerdotes azotaban a filósofos griegos que se defendían a gritos: "Amnistía para la filosofía, la conselleira no quiere que pensemos". Los protagonistas del espectáculo eran profesores y estudiantes -unos 100 entre actores y público- que pedían a la Consellería que deje de "hacer trampas y negocie".

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