Entrenador sin contrato
Guardiola trabaja ya con Begiristain en el nuevo proyecto del Barça sin haber negociado todavía con la junta los detalles de su acuerdo
Pep Guardiola fue entrenador incluso cuando todavía jugaba. Se pasaba todo el partido corrigiendo la posición de sus compañeros. Así que no parece agobiarle tener dos equipos metidos en la cabeza. Con el filial del Barcelona se juega el título de campeón de grupo en Tercera -le basta con ganar al Europa o repetir el resultado del Sant Andreu, segundo- y el ascenso a Segunda B. Con Txiki Begiristain, el director deportivo del club azulgrana, diseña el equipo que dirigirá el próximo curso.
Sobre el Barça 2008-2009 hay ideas comunes. Pero, más allá de las horas que llevan invertidas en multiples reuniones durante los últimos meses Begiristain y el ahora sustituto de Frank Rijkaard, no hay nada concreto en cuanto a traspasos y fichajes.
Tito Vilanova será el segundo técnico, y Unzue podría seguir con los porteros
Un directivo habló con el agente de Mourinho mientras Laporta despedía a Rijkaard
Por no haber, no hay ni contrato de entrenador. El presidente, Joan Laporta, anunció a Guardiola como nuevo técnico sin haber cerrado el acuerdo. Al menos, en cuanto a los términos económicos. "No habrá problema", insisten en el Barça. No debe haberlos en el caso de Guardiola, claro, que firmó en blanco su primer contrato en el filial hace ahora un año.
Begiristain y él han hablado de casi todo, menos de dinero. Así que Guardiola ejerce sin contrato. El detalle da idea de la urgencia con la que se vio obligado a actuar Laporta tras la humillación en el Bernabéu ante el Madrid. Se precipitaron los acontecimientos de tal manera que le tocó mover ficha sin ganas.
Laporta, dicen, está desmoralizado por la bronca del domingo en el Camp Nou y su mala conciencia por haber despedido malamente a Rijkaard.
El holandés dio ayer descanso a la plantilla y ha decidido viajar a Murcia el sábado, el mismo día del partido final (22.00 horas). Tiene problemas para formar el equipo que se enfrentará al de Javier Clemente porque, entre otras razones, Milito -tiene para ocho meses- y Touré -para 45 días- fueron operados ayer.
Guardiola lleva tiempo trabajando con Begiristain dándole vueltas al staff y a las necesidades de la plantilla. Sólo falta saber el nombre del entrenador de los porteros. Cuenta con Juan Carlos Unzue, como en su día al diseñar el cuerpo técnico cuando se presentó en la candidatura de Lluis Bassat. Pero el navarro debe decidir si continúa trabajando en el Barça o se emancipa y entrena a otro equipo. En la recámara queda Carles Busquets, que subiría al primer equipo si no siguiese Unzue. A su vez, Tito Vilanova sería el segundo de Guardiola, cargo que ya ocupa en el filial.
No le resultó fácil a Begiristain convencer a la junta de que la mejor opción para el banquillo era la de Guardiola. Un sector entendía que lo más conveniente era contratar al portugués José Mourinho. De hecho, un directivo incluso llamó a Jorge Mendes, su representante, mientras Laporta comunicaba a Rijkaard su decisión de prescindir de sus servicios a partir del 30 de junio. El club no niega la llamada, pero sí que fuera para hablar de Mourinho, descartado por una cuestión de ideario deportivo antes que económica, aunque su fichaje resultaba muy caro.
La ficha de Guardiola como técnico del primer equipo está por pactar. Las dos partes dan por hecho que el trámite es menor, pero lo cierto es que ayer el Barça todavía no había llamado a su agente, según confirmaron fuentes del club, que dan por descontado que antes de diez días se concretará lo único que falta por concretar: el acuerdo económico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.