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El cannabis eleva el riesgo de problemas mentales

Un informe del Gobierno de EE UU relaciona el consumo de marihuana con la depresión y los brotes psicóticos

Puede que en el Estado de California sea legal fumarse un cigarrillo de marihuana, si el médico lo receta, para aliviar los dolores asociados a enfermedades como el cáncer o la artritis, pero la Administración federal republicana sigue imparable en su lucha contra el consumo de esta droga. El último instrumento en esta ofensiva es un informe de la Oficina Nacional de Control de la Drogadicción que asegura que su uso puede causar en el futuro problemas mentales como ansiedad, depresión, brotes psicóticos o incluso tendencias suicidas.

Fumar un porro una vez al mes triplica el riesgo de tendencias suicidas

Según el nuevo estudio de la Casa Blanca, el uso de la marihuana aumenta el riesgo de sufrir enfermedades mentales en un 40%. Aquellos adolescentes que fuman un porro al menos una vez al mes durante un año corren un riesgo tres veces mayor de tener tendencias suicidas que aquellos que no consumen esta droga. Son éstas cifras alarmantes para un país en el que 94 millones de personas han probado la marihuana al menos en una ocasión en su vida. Las autoridades calculan que unos 2,3 millones de menores de edad fuman cannabis como poco una vez al mes.

El mayor riesgo, sin embargo, lo corren las niñas. "Las adolescentes que fuman marihuana a diario presentan un mayor riesgo de desarrollar depresión y ansiedad. De hecho, su riesgo es cinco veces mayor que el de las que no fuman marihuana".

El estudio da por cierta una correlación que no generaba unanimidad en la comunidad científica: la del abuso del cannabis y el desarrollo de esquizofrenia, la "del incremento de la frecuencia de síntomas psicóticos después del uso habitual" de la sustancia. El Gobierno trata de frenar la ofensiva de ciertos Estados como California u Oregón, en los que se ha adoptado el uso médico de marihuana. "Lo de alabar las propiedades benignas de la marihuana es algo que hemos heredado de los años sesenta", explica Larry Greenhill, presidente de la Academia de Psiquiatría de Niños y Adolescentes. "Esa teoría está siendo fuertemente rebatida por investigadores, científicos y médicos".

Hasta ahora, instituciones tan prestigiosas como el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE UU habían reconocido "efectos innegables" del abuso de esta droga, como aumento de la frecuencia cardiaca, bronquitis crónica o riesgo de cáncer de pulmón. En un terreno tan delicado como el de la depresión, el remedio puede ser peor que la enfermedad. Según el Instituto Nacional de Salud Mental, un 12% de los adolescentes de EE UU sufre depresión. Muchos de ellos, ante la inexplicable tristeza que les aborda, tratan de aliviar sus problemas con drogas consideradas "menores", como la marihuana.

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