Un plan para la vieja Vitoria

Gonzalo Arroita ha asumido su fichaje como director gerente de la Agencia de Renovación Urbana de Vitoria en términos deportivos y así lo demuestra. Ha fichado por tres años, con cláusula de revisión en función de objetivos conseguidos.

"Necesitamos la opinión de los vecinos para decidir los equipamientos"

Ayer, un mes después de ocupar el cargo y con su equipo recién formado, adelantó algunas de las propuestas que pretende conseguir antes de fin de año en la rehabilitación del casco viejo de la ciudad, una de las principales asignaturas pendientes de su Ayuntamiento. Entre ellos se halla la definición del equipamiento que se levantará sobre el aparcamiento previsto en el Campillo, la zona alta del barrio, la expropiación del palacio de Escoriaza-Esquivel o la apertura de una comisaría de la Policía Local.

"Según una encuesta reciente, cerca del 70% de los vitorianos ve irrecuperable el casco viejo, pero llevo un mes trabajando y creo que la rehabilitación es realizable". Arroita habla desde la confianza que le otorga el éxito de su gestión al frente de la Fundación Catedral Santa María, con la que ha conseguido difusión internacional para la rehabilitación de la seo gótica.

En principio, asume los condicionantes políticos de su tarea. "Por eso, pido que ningún partido trate de capitalizar la gestión de este proyecto", afirmó ante el alcalde, Patxi Lazcoz, y su concejal de Urbanismo, Juan Carlos Alonso, ambos socialistas. "Y apuesto por una coordinación de todos los departamentos implicados en este proyecto", añadió.

Sin duda, Arroita cuenta con el respaldo del equipo de gobierno. Alonso, también presidente de la Agencia de Renovación Urbana, recordó que la rehabiliatción de la zona absorberá una partida de 20 millones de euros anuales durante este cuatrienio. Lazcoz insistió en la necesidad de que el casco medieval se sitúe como referente de Vitoria, ante el cambio que le espera a la ciudad con la llegada de la Y ferroviaria, entre otras nuevas infraestructuras.

Sin embargo, lo importante en esta transformación de la almendra medieval de la ciudad son los vecinos, en opinión de Arroita: "Tenemos que decidir los equipamientos, y para ello necesitamos la opinión de los residentes. Ya hemos empezado a hablar con las asociaciones, pero queremos llegar a cada uno de los vecinos". El casco viejo de Vitoria cuenta con notable presencia de inmigrantes, a lo que se suma la elevada edad de muchos de sus vecinos.

En este sentido, Arroita apostó por mejorar la calidad de vida de todos los residentes, al tiempo que se desarrolla un esfuerzo por convertir la zona en un orgullo para el resto de los vitorianos. "Y también, como un casco viejo de referencia. Ya Víctor Hugo, hace dos siglos, destacó Vitoria como uno de las escasas ciudades góticas que se mantenían en pie en Europa", añadió.

El equipo de Arroita ya ha comenzado su trabajo. "Desde el sentido común y la coordinación: hay que empezar por la urbanización, el alcantarillado, la limpieza, la sustitución de infraviviendas, el acceso, las políticas sociales, sin olvidar la comunicación, que es imprescindible", concluyó.