Una desangelada marcha a Rota

La 23ª marcha contra la base naval de Rota (Cádiz) celebrada ayer volvió a poner de manifiesto su escaso poder de convocatoria. Apenas unas 600 personas, 500 según la policía, participaron en una manifestación desangelada en la mayor parte de su recorrido a través de las calles de la villa. Si se tiene en cuenta la presencia de portavoces de la veintena de grupos convocantes y la llegada de delegaciones de pacifistas de Marruecos y Portugal, el resultado pone de manifiesto la casi nula capacidad de llamada de esta iniciativa este año.

De hecho, no acudió el coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ni escritores que, en otras ocasiones, colaboraban en la lectura del manifiesto de cierre de la protesta. "La marcha siempre ha tenido altibajos y en este momento la sociedad puede estar visualizando que no estamos en tiempo de guerra, porque las que existen están encubiertas", justificó el portavoz de la plataforma convocante, Antonio Criado.

En su opinión, la baja participación no está en relación con el cambio del itinerario. La manifestación discurrió exclusivamente por el centro de Rota, a pesar de que tradicionalmente ha tenido su punto de partida en la vecina localidad de El Puerto de Santa María y ha cubierto a pie los 11 kilómetros que separan el centro portuense del acceso al recinto militar. El nuevo modelo, según Criado, pretende evitar que la protesta se convierta "en una romería".

Sin embargo, muchos de los participantes no compartían esa opinión. La situación de El Puerto en el centro de la Bahía de Cádiz facilitaba el acceso de vecinos de localidades cercanas a la protesta. Esta circunstancia propició en años anteriores la participación de familias enteras.

"Nos hubiese gustado una mayor participación", reconoció el coordinador regional de IU, Diego Valderas. Con todo, hizo hincapié en el valor de la presencia de "todas las organizaciones pacifistas de Andalucía". Los convocantes pidieron al Gobierno que comience a revisar los términos del convenio en materia de Defensa que compromete a España y EE UU en la gestión conjunta de la base. El actual cumple su vigencia en 2010. Valderas recordó que el nuevo Estatuto confiere al Parlamento andaluz la capacidad de expresar su criterio respecto a la presencia de instalaciones militares en la comunidad autónoma.

La marcha quedó disuelta hacia las 14.30 tras la lectura de comunicados frente a la puerta de la base, custodiada por una veintena de agentes del Cuerpo Nacional de Policía.