30 personas se encierran en el templo del Tibidabo
Una treintena de personas se encerraron ayer por la tarde en el templo del Tibidabo para protestar por la inminente construcción de una montaña rusa gigante que se levantará en la cima del Tibidabo. Este grupo de personas, entre los que también había niños, tenía previsto pasar la noche en la iglesia y acabar su encierro esta mañana.
Juli, uno de los concentrados, explicó ayer que entraron en el templo de manera pacífica y con el consentimiento de uno de los sacerdotes de la parroquia. "Queremos protestar contra la prepotencia de este gobierno municipal que ya ha talado más de 40 encinas. La montaña rusa es inútil y se cargará el delicado ecosistema de la sierra", afirmó.
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