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Rehabilitar los pabellones de Sant Pau costará 190 millones y 8 años

Los patronos del centro buscarán financiación y definirán los nuevos usos

Blanca Cia

Los pabellones modernistas construidos hace algo más de un siglo y que todavía hoy acogen el hospital de Sant Pau requieren una rehabilitación integral urgente. Una intervención reflejada en el Plan Director del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau que prevé una inversión de 190 millones de euros y una duración de las obras que no baja de los ocho años.

Los pabellones diseñados por Lluís Domènech i Montaner a principios del siglo pasado seguirán siendo de uso hospitalario hasta la primavera próxima. Cuando se acabe el traslado de las unidades de hospitalización a los edificios nuevos, construidos en la parte más alta del recinto, se pondrá punto final a la historia de 100 años de uso hospitalario. De un singular recinto en el que pasear entre sus pabellones es una delicia y toda una experiencia caminar por el laberinto de pasillos del subsuelo.

Es un conjunto declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1997 que estaba tocado casi de muerte. "La vida útil de los pabellones históricos ha llegado a su fin y hace falta reparaciones estructurales, constructivas y de restauración de material para garantizar la conservación del conjunto patromonial y la seguridad de las personas". Así de claro lo expresa la introducción del plan que ha sido realizado por un equipo de arquitectos, coordinados y dirigidos por Javier Asarta Ferraz y Xavier Guitart Tarrès. De hecho, la caída de parte de un techo del pabellón de ginecología en abril de 2004 -que estaba en obras de rehabilitación- fue un aviso en toda regla.

A la degradación del paso del tiempo se ha sumado el ataque de unos insectos -xilófagos- en los elementos de madera y la oxidación de la estructura de acero. Con un agravante especial: las continuas ampliaciones y modificaciones de los pabellones entre 1960 y 1980 para responder a las necesidades hospitalarias. "Ahora se dispondrá de cerca de un año para prepararlo todo de manera que se encadene el cierre de la actividad hospitalaria y el inicio de los trabajos", apunta una fuente municipal.

El plan prevé la actuación en 125.000 metros cuadrados de superficie, de los que 54.000 son edificios, 26.000 espacios libres y 45.000 que engloban la red de subterráneos y la creación de dos nuevos edificios soterrados para acoger las instalaciones y servicios de todo el recinto.

El programa de intervención plantea diversas fases de obras para evitar la paralización total de los edificios de Administración o de los pabellones que utilizan ahora la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), la escuela de Enfermería y el Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares (ICCC).

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En cuanto a los edificios -Sant Pau tiene 20 pabellones-, el plan propone recuperar la ordenación urbana que tuvieron en 1927. Aclara que hay una disponibilidad de edificación de unos 8.000 metros cuadrados que se ubicarían donde ya lo planificó Domènech i Muntaner. Respecto a lo que es la zona verde y el espacio de vialidad, el plan director prevé un nuevo vial con accesos desde la calle de Cartagena y la de Sant Quintí para unir el recinto histórico, el nuevo hospital y la Fundación Puignvert. En el resto del recinto señala la restricción "absoluta" de la circulación rodada y la restauración paisajística de los jardínes.

En cuanto al programa de usos futuros, los redactores del plan sólo dan directrices generales. Por ejemplo, que tienen que ser compatibles con los condicionantes histórico-arquitectónicos de los edificios y que sean compatibles con la visita pública al recinto y algún interior de pabellón. Apunta que podrían programarse usos "que resuelvan déficit de las instituciones que representan la propiedad". Esto es, o el Ayuntamiento o la Generalitat.

Este debate se realizará ahora dentro de la Muy Ilustre Administración (MIA), integrada por dos representantes del capítulo cardenalicio de los canónigos de la catedral, dos representantes de la Generalitat y dos del Ayuntamiento de Barcelona. Fuentes de esta última Administración señalaron que la decisión sobre los usos puede ser importante en la búsqueda de financiación. Una colaboración a la que representantes de la sociedad civil catalana ya han mostrado su predisposición.

Nuevos equipos

Al tiempo que ya se planifica la rehabilitación del recinto histórico de Sant Pau, el nuevo hospital también emprende otra etapa. Ayer, la consejera de Salud, Marina Geli, lo explicó en el salón de actos recién estrenado del edificio que da a la parte más alta, a la calle de Mas de Casanovas, en el que ya funcionan las consultas externas desde 2003. Precisó que el traslado de las unidades hospitalarias -todavía en los viejos pabellones- a los nuevos edificios, se hará en diciembre y, el resto, de forma escalonada hasta la primavera.

"Superada una época de incertezas, Sant Pau ha saneado sus cuentas y emprende una nueva etapa con más fuerza", apuntó. Después de ocho años de obras, el nuevo Sant Pau permitirá ampliar las áreas ambulatorias, el servicio de urgencias y el área de hospitalización.

La gestión del complejo hospitalario también ha cambiado. Hace unos meses, Jordi Varela dejó el Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria (IMAS) para asumir la gerencia de Sant Pau. Y precisamente para encarar una etapa decisiva en la gestión del antiguo recinto, se ha creado el cargo de directora delegada que asumirá Gemma Sendra, con una amplia responsabilidad en la gestión cultural. Empezando por la gerencia del Liceo, el Fórum, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona y la secretaria general del departamento de Cultura de la Generalitat entre 2004 y 2006. Hasta ahora, estaba en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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