La crisis inmobiliaria arrastra a Urazca
La constructora solicitó ayer en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbao un concurso de acreedores - Su pasivo podría acercarse a los 500 millones
La crisis de ventas que está dando de lleno en la línea de flotación de las constructoras y grupos inmobiliarios en general se llevó ayer por delante a Construcciones Urazca, la empresa que levantó el ex presidente del Athletic de Bilbao, Javier Uría, y que desde su fallecimiento dirige otro ex presidente de la entidad deportiva, Ignacio Ugartetxe. Los bancos, que apenas hace dos años se ofrecían a las promotoras y constructoras para financiar sus proyectos, ahora no sólo no sueltan ni un euro para refinanciar esos compromisos crediticios, sino que además ejecutan los avales.
La empresa dice que su cartera de pedidos supera los 320 millones
Los representantes legales de Urazca presentaron ayer en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Bilbao la documentación que acredita su insolvencia y que justifica el inicio de un proceso concursal. Con ese paso Urazca paraliza durante un año los eventuales embargos y el pago de los plazos de los créditos. El Grupo Urazca tiene entre sus actividades la construcción y rehabilitación, obra civil y edificación, promoción inmobiliaria, servicios de limpieza, mantenimiento y medioambiente, aparcamientos, construcción de túneles y servicios socio-sanitarios. El concurso afectará a todas las áreas menos a las de Servicios y Medio Ambiente. En total, a unos 270 trabajadores. Aunque el juzgado no ha comunicado todavía las características de la solicitud, fuentes conocedoras del sector estiman que el pasivo de Urazca podría acercarse a los 500 millones, más del doble de lo que ya acumulaba en 2004, 200 millones, según las últimas cuentas presentadas al Registro Mercantil. El 60% afectaría a los bancos y el restante a proveedores, más la última nómina de la plantilla.
El grupo tenía en 2004 activos hipotecados por valor de 139 millones y había pignorado, para conseguir nuevos créditos, el 25% del valor de la constructora. Las deudas a corto plazo ascendían a 65 millones, más otros 25 de otro tipo, y las deudas a largo se elevaban a 121 millones.
El primer síntoma de su situación problemática fue el impago de la nómina de abril a los más de 250 empleados afectados.
Fuentes de la empresa aseguraron ayer que el concurso de acreedores es un resorte para conseguir tiempo y resolver la falta de liquidez. Entretanto espera no sólo entregar varias promociones de las que tiene en curso, en Euskadi, Madrid, Andalucía, Asturias o Galicia, sino vender algunos de los negocios que no son estrictamente de la división de construcción.
"Se trata de reordenar la deuda para reactivar la empresa. No se trata de un concurso de acreedores para liquidarla", aseguraron ayer fuentes de la empresa constructora.
Urazca está controlado en un 51,57% por la sociedad Shipsdam, que pertenece a la viuda de Javier Uría, María Minguito. Ugartetxe controla el 46,59% a través de la sociedad Enekuri Serbitzu Profesionalak Holding.
La empresa resalta que su cartera de pedidos supera los 320 millones de euros, una buena parte en obra pública. En 2007, con una plantilla de casi 900 empleados en todas las áreas, facturó 250 millones. Está presente en el País Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia, Andalucía, Cataluña y Madrid. La petición para iniciar un concurso de acreedores viene precedida de un intento de la empresa de desprenderse de algunos de los negocios que con el paso de los años han ido adquiriendo para diversificar sus riesgos. Ahora les pueden servir para lograr liquidez.
Urzaca ofreció a los bancos vender una filial que tienen y que se dedica a la explotación de aparcamientos, pero también puso sobre la mesa el 33,3% que tiene en la sociedad gestora de centros gerontológicos, Igurco, y el 42,5% de Nortunel.
Según diversas fuentes, estas sociedades se han quedado fuera de la acción de los administradores judiciales, para poder liquidarlas y obtener recursos para, entre otras cosas, hacer frente al propio proceso concursal, cuyos gastos pueden suponer el 10% de la deuda total.
Los sindicatos se reunieron el pasado martes con Ignacio Ugartetxe para reclamarle que mantuviera la plantilla, y pedirle explicaciones sobre la situación de la empresa.
Urazca ya recurrió a la venta de activos en 2004. Entonces vendió a Cementos Lemona su división de áridos: Hormigones Orozco, Canteras Nafarrondo y Transportes Gorozteta.
El Departamento de Transportes del Gobierno vasco descartó que las obras de la Y ferroviaria, de la que Urazca tiene varios tramos adjudicados, se vayan a ver afectadas por el concurso de acreedores.
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