"¡Sinvergüenzas! ¡Corruptos!"

Todos lo sabían. Y callaban. Ayer en Coslada pocos se mostraban sorprendidos ante la detención del oficial jefe de la Policía Local, Ginés Jiménez, con otros 25 agentes. Los vecinos aseguran que hace dos décadas que en Coslada la policía es "corrupta". "Pero ¿qué se puede hacer? Somos ciudadanos frente a jefes de policía. No podemos ir a ningún lugar", comentaba una vecina frente a la sede de la Policía Local.

Unos cuarenta agentes antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía se encargaban de proteger esta sede ante unas trescientas personas, en su mayoría jóvenes, que protestaban por "tanto abuso" que habían tenido que vivir en los últimos años por culpa de la Policía Local. Los improperios se sucedieron durante todo el día. "¡Sinvergüenzas!", "¡corruptos!", "¡cabrones!", "¡Esta vez vais a cobrar lo que os merecéis!". Esperaban ver salir a los agentes implicados en la Operación Bloque. Cada vez que un agente asomaba la cabeza, llovían abucheos, pitidos y gritos. Algunos de los asistentes lanzaron hacia los agentes municipales lo que tenían a mano, latas, botellas de plástico... Golpeaban los cristales del autobús y pedían cárcel para todos los imputados. Uno de los congregados fue incluso más arriesgado. A las tres de la tarde y ante una fuerte presencia policial, lanzó dos piedras contra las cristaleras de la sede policial.

El Ayuntamiento no investigó, pese a la denuncia de un partido republicano

A partir de ahí, los antidisturbios se hartaron. Se pusieron los cascos y sacaron las porras, listos para arremeter ante cualquier intento de montar un altercado en la zona. Los policías fueron ganando poco a poco la calle, hasta que la despejaron y dejaron el camino expedito para la entrada de coches policiales

Mientras, en el Ayuntamiento, el alcalde del municipio, el socialista Ángel Viveros, confirmaba que el Gobierno municipal había oído rumores de la trama de corrupción descubierta en la Policía Local y que no se podía hacer nada. Que no había denuncias. Que nadie iba legalmente contra la Policía Local. Junto al concejal de Seguridad, Antonio Murillo (de la Plataforma Independiente de Coslada) aseguró que no le consta que ningún empleado municipal, además de los agentes, pueda estar implicado en la trama.

Y durante toda la rueda de prensa, se dedicaron a lanzar balones fuera y a tratar de exculparse. "Como no había denuncias de afectados, no hemos podido investigar", afirmó el concejal de Seguridad. Lo que no explicó fue por qué no habían abierto una investigación de oficio para aclarar la supuesta trama de corrupción. Tampoco nombraron un subinspector (mando que está por encima del oficial jefe) y que podría haber controlado las actuaciones de Ginés Jiménez. Se conformaron con decir que tenían previsto cambiar la forma de realizar las inspecciones por parte de la Policía Local para evitar que fuera "arbitrarias".

Pero la respuesta les llegó en la propia rueda de prensa. Representantes de la Agrupación Republicana de Coslada (Arco), sin representación municipal, denunciaron la negligencia del alcalde y del anterior regidor, Raúl López Vaquero (PP). Ambos estaban informados por numerosos escritos de este partido de la persecución y de las irregularidades que mantenía, supuestamente, la Policía Local de Coslada. "Y han pasado de nosotros. Se han callado y no sabemos por qué ha sido", criticó Sebastián Vegas, de Arco.

López Vaquero quiso salir a la palestra y denunciar lo que él dio en llamar "la pasividad" del actual alcalde. Al final, tuvo que reconocer que él mismo, cuando fue regidor, tampoco tomó medidas contra Jiménez. Los sindicatos policiales criticaron que los políticos no defendieran al resto de agentes locales.