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Depuradoras móviles para 20.000 habitantes

La empresa Multiclair-International Spain, con 50% de capital gallego y 50% alemán, presentó ayer en A Coruña sus nuevas plantas de depuración móviles y con una capacidad para núcleos de hasta 20.000 habitantes. Uno de los participantes de la empresa, Antonio Pardavila, explicó que estas depuradoras son capaces de tratar tanto aguas residuales urbanas como lodos industriales de todo tipo, así como restos agrícolas, ganaderos y, en definitiva, todo tipo de aguas que se pretendan reutilizar o verter "con las mayores garantías de salubridad".

El sistema, de tecnología alemana, consiste en una planta móvil ubicada dentro de un contenedor con cabeza tractora y con las dimensiones de un camión tradicional, con capacidad para procesar cinco metros cúbicos de aguas residuales por hora. Existen ocho paquetes diferentes con diferentes capacidades de reciclaje. La más pequeña sirve para entre 600 y 700 habitantes y su precio ronda los 400.000 euros, y la mayor es para 8.000 habitantes con una inversión de 1,8 millones de euros.

Pardavila destacó que, además de ocupar un espacio "infinitamente menor" que el de los sistemas de depuración convencionales, su precio también es "muy competitivo", ya que supone menos de la mitad de la inversión necesaria para construir una pequeña depuradora convencional, "con la ventaja adicional de que la planta móvil no precisa ningún tipo de obra".

Su plazo de recepción es de tres meses, "sin las lentas y costosas tramitaciones burocráticas de obtención de licencias y permisos", mientras que el plazo de construcción de una depuradora ronda un mínimo de ocho meses, sin contar con la tramitación de las licencias, que alargan el proceso en uno o dos años más, según Pardavila.

Una cabeza tractora puede desplazar un contenedor a los lugares en los que puntualmente sea necesario, por ejemplo para tratar vertidos ocasionales o actuar ante accidentes que provocan vertidos. "Esta opción resulta muy útil para grandes industrias, puertos o municipios con una gran dispersión poblacional, como es el caso del medio rural gallego", opinó.

Al respecto, señaló el rural como un ámbito en el que todavía existen "miles de viviendas con los llamados pozos negros", que son vaciados por cisternas "que teóricamente trasladan los lodos a grandes depuradoras, aunque desgraciadamente no siempre es así".

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