Elitismo por bandera

Soplan vientos a favor de los enamorados de los locales exclusivos. El catálogo de locales nocturnos de Barcelona acaba de completarse con el Roxy Blue, una discoteca con una innegable vocación elitista que promete atraer a "empresarios, artistas, deportistas, profesionales liberales y gente guapa". La franquicia, con establecimientos en Amsterdam, Las Vegas y Buenos Aires, llega a Barcelona de la mano de Víctor Llorens, director del mítico Don Chufo, y de un equipo de colaboradores bregados en el negocio del ocio nocturno barcelonés.

El Roxy Blue se ubica en el mismo local que ocupó el liquidado Santa Locura, en una zona del Eixample en la que abundan porteros de discoteca acostumbrados a seleccionar a la clientela según los zapatos que lleven puestos. Al menos, el Roxy Blue no esconde sus intenciones. Sus creadores han lanzado una campaña de mercadotecnia basada en proyectar una imagen de local elitista y advierten de que aplicarán "una selecta política de captación de clientes y de puerta de acceso".

La discoteca tiene capacidad para un millar de personas que podrán elegir entre diferentes ambientes, en los que sonará música house, funky y soul, entre otros estilos. Algunos días de la semana se programarán actuaciones en directo. Pero la joya de la corona es la zona VIP. Y nunca mejor dicho, porque la distinguida clientela que consiga mesa allí se aposentará bajo un cielo estrellado con pedrería de Swarovski.

Dicen los promotores del proyecto que vienen a cubrir un espacio del que carece la noche barcelonesa. Es una excusa recurrente, pero la propuesta huele a éxito porque viene acompañada de recursos y de experiencia profesional. Eso sí, si deciden acercarse por allí, se ruega corrección en el vestir.

- Lo más: el nacimiento de un local nocturno es siempre una buena noticia porque contribuye a dinamizar la noche barcelonesa.

- Lo menos: el indisimulado elitismo que promueven es, cuando menos, discutible.

- Dirección: Consell de Cent, 294. Barcelona.

jbauza@elpais.es