Sacrificio y supervivencia

A Iván Lara no le hacen falta más padrinos. A sus 24 años, este joven granadino que se marchó de la ciudad para buscar un futuro en el mundo del cine, ha estrenado su primer cortometraje, titulado El Rosario de la Aurora, con un presupuesto de 40.000 euros, protagonizado por María Barranco, producido por Filmax y La Pepa y con banda sonora de Ojos de Brujo. Los 11 minutos que dura el corto, que fue rodado a finales del pasado año en Cataluña, constituyen la realización del sueño de un joven que abandonó Granada para aprender cinematografía en Barcelona, y que abandonó Barcelona para convertirse en director en Buenos Aires.

Cuando regresó a España, redactó un proyecto con un presupuesto de 3.000 euros y se le ocurrió enviárselo a María Barranco, que se entusiasmó con él. "Ella es la artífice de que haya sido posible, por su generosidad y por la facilidad que ha tenido de atraer a gente importante al cortometraje", explica el joven.

Desde un principio, Lara, que podría considerarse cercano a la estética de Almodóvar, se propuso tratar dos temas que en su opinión no se habían fusionado hasta ahora, la transexualidad y la temática católica. "No buscaba una crítica gratuita, buscaba representar la idea posmoderna de la religión en el personaje del transexual, frente al nacionalcatolicismo que representa la madre de la protagonista en el corto", aclara. Estos dos mundos confrontados acaban por mezclarse para "llegar a la idea extrema del cristianismo, que no es otra que el autosacrificio por la supervivencia del otro".

El Rosario de la Aurora cuenta el sacrificio de la madre beata de un transexual que acabará prostituyéndose por su hija. "A la hora de la elaboración del guión, el primer objetivo fue buscar dos estereotipos", dice Lara.

Al reparto del corto se une una ficha técnica de lujo. El maquillaje ha corrido a cargo de Caitlin Acheson, que ha participado en Cold Mountain o Salvador. De este último filme también ha participado su montador, Santi Barricó. Por último, destaca la dirección fotográfica de Sergi Bartroli y la colaboración de Alfonsa Rosso, que para Lara es "la Bernarda Alba de Andalucía".