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Entrevista:JOSÉ ANTONIO CHANIVET | Pintor | Signos

"Soy un puro currito de la pintura"

Dicen de él que es un firme valor de la pintura andaluza, un talento pujante, una voz de la conciencia sobre el lienzo. Él se considera simplemente un trabajador. Ahora, mientras expone junto a otros artistas reunidos por el galerista Ramón Pareja en el hotel Barceló de Sancti Petri (Chiclana, Cádiz), José Antonio Chanivet (Puerto Real, Cádiz, 1964) ya está ocupado en nuevos proyectos: una serie de pequeñas instalaciones donde juega con diferentes soportes como el metacrilato y un gran mural de carácter nostálgico, donde el color se impone a la ausencia que marcaba sus inicios. Se considera libre en su evolución.

Pregunta. Usted recibió una formación académica como restaurador. ¿Hasta qué punto le ha marcado la facultad?

"Me gusta que los cuadros no estén perfectamente acabados"
"Una obra que guste a todo el mundo es sospechosa"

Respuesta. Yo hice restauración porque no me gustaba el academicismo de la facultad. Incluso las facultades más vanguardistas acaban siendo un encauzamiento de tu estilo. Aprendí restauración porque el conocimiento del oficio y el material es fundamental. No me equivoqué.

P. ¿Y cómo se puede llegar a crear un estilo propio?

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R. Mi entrada en el mercado fue, precisamente, al marcarme mi estilo. Salí de la facultad muy influido por lo que había aprendido. Hacía cuadros que gustaban bastante, sobre todo, de temas muy realistas. Pero eso me llegó a aburrir. Entonces gané el premio Osborne y participé en el homenaje a Manolo Prieto para salvar las vallas del toro. Lo que envié primero no fue aceptado, mandé otro proyecto con mis avances en arte digital y eso sí gustó. Así me vi exponiendo con gente de la talla de Pérez Villalta o Chema Cobo, a los que sólo conocía de los catálogos...

P. Entonces, al final el mercado se impone.

R. Yo me he movido por decisiones libres. Yo podía haber hecho una pintura comercial de lo que he hecho siempre. Pero he mantenido mi línea y si miro atrás veo que he hecho lo que he querido. El mercado tiene cosas buenas o malas. En las vacas flacas, me he conformado con lo que he tenido y no he realizado demasiadas concesiones.

P. Ha pasado de la fotografía a la pintura.

R. Sí. He pasado de hacer una fotografía muy pulcra a mancharme directamente para pintar. Es algo que me divierte. Me gusta que los cuadros no estén perfectamente acabados, que se note la impronta de la mano, que se vean los chorreones, que se marque el gesto humano.

P. El artista Luis Quintero ha recibido muchas críticas por el diseño de su monumento a la Constitución del 78 con forma de pájaro-jaula en Cádiz. Él ha respondido que el que la mayoría esté en contra de una obra es un elogio. ¿Comparte esa opinión?

R. Estoy totalmente de acuerdo con Luis. Una obra que guste a todo el mundo es sospechosa. Normalmente, es mala o es poco profunda. Lo bueno es que haya polémica, que exista diálogo, que no pase desapercibida.

P. La Consejería de Cultura acaba de crear una dirección general de arte emergente. ¿Hace falta apoyo institucional?

R. El primer paso que tiene que dar es difundir el arte que hay en Andalucía. El mal de base es la escasa repercusión. Hay pocas galerías, y como negocio, son un continuo riesgo. Y esta tierra es muy fértil en artistas. Hay mucha gente que está tristemente fuera.

P. Le han definido de muchas formas. ¿Usted cómo se ve?

R. Me veo como un trabajador serio. Procuro ser serio y que mi obra pase muchos filtros. Mis filtros son gruesos y tupidos. Quiero que mi trabajo respire profesionalidad sin renunciar a pasármelo bien. Pero yo siempre me he considerado un puro currito de la pintura.

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