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Reportaje:

'Botellón' de manga ancha

Los alcaldes aplican la ley del alcohol con criterios dispares

Los jóvenes de Granada y Córdoba han tenido que reinventar este año su celebración de las cruces de mayo. La decisión de ambos Ayuntamientos de aplicar con mano dura durante estos días la ley antibotellón ha cambiado el paisaje habitual de las fiestas de las dos capitales. La ley andaluza 7/2006 veta el consumo de alcohol en la calle, pero permite a los alcaldes levantar la prohibición en fiestas populares y verbenas. El año pasado, el primero de aplicación de la norma, casi todos optaron por hacer la vista gorda en los días de celebración popular, pero, en algunos casos, el botellón se hizo dueño de la fiesta y los Ayuntamientos han decidido este año no permitir excepciones.

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado (PP), ha sido el más restrictivo: mediante un bando ha decretado la ley seca en todas las calles de la ciudad, incluido el botellódromo, los días 1, 2 y 3 de mayo. La orden ha eliminado también las tradicionales barras callejeras.

El alcalde de Granada argumenta que el 'botellón' "empaña" la fiesta

Unos 300 agentes se han encargado cada día de garantizar el cumplimiento del bando y han conseguido evitar el macrobotellón convocado desde páginas web. Según el bando municipal, el Ayuntamiento "no tiene más alternativa que la denegación de cualquier tipo de autorización para celebrar actividades de ocio" porque la concentración de jóvenes "no hace sino empañar e imposibilitar el normal desarrollo de la tradicional Fiesta del Día de la Cruz".

Más flexible ha sido la orden de la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar (IU). Para evitar las protestas vecinales que ocasiónó el botellón en las cruces de mayo del año pasado, Aguilar ha tenido que establecer una excepción a su propia decisión de aplicar la ley con laxitud. Durante un fin de semana cualquiera, los agentes de la Policía Local tienen orden de no llegar a la sanción. Pero para estas fiestas de mayo, Aguilar ha anunciado multas de 300 euros a los que hagan botellón. La venta de alcohol en las barras callejeras, sin embargo, sí que está permitida en Córdoba. El anuncio de multa y la presencia policial ha surtido efecto y el botellón ha desaparecido de las cruces.

Todo indica que el Almería seguirán esta misma senda. La Feria de agosto de 2007 pasará a la historia como la del macrobotellón en pleno casco antiguo de la ciudad. El Ayuntamiento quiere evitar que se repita. De entrada, el PP ha acordado con el principal partido de la oposición, el PSOE, recortar la Feria de 10 a 8 días y dejarla de sábado a sábado. "No se sabe si el Ayuntamiento será rígido o no aplicando la ley. En teoría, si hemos recortado la Feria es para evitar que se repita la situación creada el año pasado", apunta una fuente municipal.

En lo que respecta a la de celebración de mediodía, por vez primera habrá ambigúes en las calles o plazas del casco antiguo y sólo los bares tendrán permiso para instalar terrazas y poder servir alcohol en la calle. Los vecinos se han mostrado encantados con la iniciativa.

El resto de capitales está optando por flexibilizar el veto al botellón en las fiestas populares. Sevilla se ha caracterizado, desde que entró en vigor la ley (noviembre de 2006), por aplicar la norma con especial rigurosidad. La Policía Local tiene previstos tres equipos de agentes y otras unidades del turno de noche que actúan de forma preventiva en itinerarios preestablecidos (en el centro y barrios como Los Remedios, Nervión, Palmera-Delicias y Viapol), y atienden denuncias que surjan sobre la marcha y llamadas de quejas vecinales. En lo que va de año, la Policía Local ha puesto 525 sanciones por hacer botellón. Sin embargo, durante la pasada Feria de Abril el Ayuntamiento (PSOE e IU) permitió las botellas en el recinto ferial. En otras celebraciones, como la noche de Fin de Año, los agentes hacen la vista gorda con el consumo de "champán", pero poco más. "Y controlando que no derive en botellón", informa el gobierno municipal.

La primera noche del año es también una de las excepciones que establece el Ayuntamiento de Huelva para permitir beber en la calle. En las fiestas Colombinas, la coincidencia del recinto ferial con la carpa que habitualmente hace las veces de botellódromo no hace necesario imponer sanciones, un recurso que sí que es habitual un fin de semana cualquiera (entre marzo de 2007 y marzo de 2008 se han puesto 169 multas).

El Ayuntamiento de Cádiz (PP) tampoco impone restricciones al botellón en el carnaval o las barbacoas del Carranza. El resto del año, la Policía Local vigila el cumplimiento de la norma y el botellódromo. Según el último balance municipal, imponen una media de diez multas mensuales por beber en lugares no permitidos. Lo mismo ocurre en Jaén, donde el botellón ha desaparecido de las calles desde que está vigente la ley. En 2008, la policía ha puesto 11 multas por incumplir la norma. Sin embargo, en la feria de la ciudad, que se celebra en octubre, el gobierno municipal se mostró mucho más permisivo apelando a la "excepcionalidad" de las fiestas.

El Ayuntamiento de Málaga (PP) también se suma a los que relajan la prohibición durante las fiestas. En la última Semana Santa, los jóvenes volvieron a tomar la Plaza de la Merced para hacer botellón, igual que ocurrió en agosto en la Feria. El resto del año, el gobierno ha conseguido trasladar el fenómeno desde el centro al Paseo de los Curas, (entre el parque y el puerto y alejado de viviendas), que se corta al tráfico las noches de fin de semana. Desde que rige esta medida, los alrededor de 3.000 jóvenes que hacían botellón en el centro se han reducido a menos de la mitad en el nuevo emplazamiento.

Información elaborada por M. J. López Díaz, P. Espinosa, M. Planelles, J. Martín Arroyo, M. J. Albert, G. Donaire, D. Narváez y R. Rincón.

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