_
_
_
_
Entrevista:DESAYUNO CON... ANA ZAMORA

"Lloran más los ateos que los cristianos"

Ana Zamora no ha olvidado la primera noche que contempló al Cristo de los Gascones tumbado en la cama supletoria de su casa madrileña. Cristo tenía las piernas ligeramente flexionadas para adaptar su 1,82 a las dimensiones de la cama. Es cierto que aquella tarde, Ana y su compañía, Nao d'amores, habían ensayado Misterio del Cristo de los Gascones, una joya teatral cuyo protagonista es el Cristo. Es cierto también que el huésped, y actor, era sólo una réplica de la talla románica que veneran en la iglesia segoviana de San Justo. Así que no se trataba de un milagro, pero la copia era tan exacta y la noche tan oscura que Ana sintió una mezcla de sobrecogimiento y risa. Aún se ríe hoy mientras pide una tarta y un té en el local de unos colegas del teatro, un lugar que frecuentan muchos de sus amigos del gremio. Ahí acude Ana cuando tiene ganas de relajarse y charlar un rato. El éxito de la obra ha llenado su agenda de entrevistas y, aunque está anocheciendo, aún no ha comido.

Viaja con su Cristo en la furgoneta en el gran éxito teatral del año en toda España

Ana, que no es creyente, sabe que con esta obra sí ha sucedido un milagro: Misterio del Cristo de los Gascones fue elegida por los críticos como la mejor del año y sigue llenando los teatros. "Es una recreación contemporánea y libre de un oficio litúrgico medieval", cuenta. "En realidad, es una tragedia clásica con un héroe antiguo donde lo importante no es el final, sino cómo se recrean las escenas que dibujan su destino". Bellos textos del siglo XV, una hermosa música y un puñado de actores y actrices arropan al Cristo, que domina la escena como un juguete sagrado. O un Pinocho divino. "Soy una apasionada de los títeres. Dar vida a algo que no la tiene es magia pura".

Su Cristo emociona a los espectadores, e incluso les hace reír. Ana transforma la madera en carne, y muestra a un Jesús ingenuo y severo al mismo tiempo. "Algunos le agarran de la mano y no lo sueltan hasta que les bendice. Otros dan las réplicas y, en Andalucía, una señora se levantó al ver salir a Judas y gritó: '¡Muérete, Judas!'. Muchos lloran. No lo creerás, pero lloran más los ateos que los cristianos", asegura.

Ana ha dedicado Misterio del Cristo de los Gascones a su abuelo, el académico Alonso Zamora Vicente, que fue secretario perpetuo de la Real Academia Española. "Vivió dentro de la Academia durante muchos años y allí íbamos a visitarle los fines de semana. Siempre he estado anímicamente muy cerca de él. Era un apasionado de mi trabajo y, para mí, era una luz clarificadora. No llegó a ver la obra, pero en ella hay una reflexión sobre la vida y la muerte paralela a su muerte".

La influencia de su abuelo está presente en el repertorio de Nao d'amores. "Somos la única compañía que se dedica a repertorio primitivo. Es ahí donde están los padres de la dramaturgia española. Los textos más modernos sobre los que hemos trabajado son del siglo XVI y con esta obra hemos dado un salto al XV. Tengo un amigo que dice, burlón, que nos va a organizar una gira por Altamira". Y Ana se ríe. De momento, les reclaman en toda la Península. Ellos van en furgoneta acompañados por su Cristo, que a veces viaja en un saco de dormir y otras, en el asiento del copiloto con el cinturón de seguridad abrochado. Como Dios manda.

No es creyente, pero cree que este año ha vivido un milagro.
No es creyente, pero cree que este año ha vivido un milagro.ÁLVARO GARCÍA

N. del T. Madrid

- Tarta N. del T.: 3,70 euros

- Un té: 2,50 euros

- Dos refrescos: 3,00 euros.

Total: 9,20 euros

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_