El homenaje a las víctimas rebaja el papel de Ibarretxe, que no intervendrá

El Gobierno vasco evidenció ayer que mantiene una doble sensibilidad en el enfoque de su política de defensa de los derechos humanos y de apoyo a las víctimas del terrorismo. Mientras en el acto de presentación de la campaña Dignidad y Justicia para todos, organizada por la consejería de Joseba Azkarraga, el lehendakari insistía en su planteamiento equidistante, al equiparar los atentados de ETA y la dispersión de los presos como fórmulas de conculcación de derechos humanos, en San Sebastián la responsable de la Dirección de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa, y su asesor, Txema Urkijo, presentaron el homenaje institucional de apoyo a las víctimas del terrorismo que se celebrará el 18 de mayo en el Kursaal.

La paz no puede tener contrapartidas políticas será el mensaje central

El segundo acto de reconocimiento a las víctimas -en el primero, celebrado en Bilbao hace un año, Ibarretxe pidió perdón por el silencio de la sociedad vasca- estará orientado a la deslegitimación del terrorismo; principalmente, apoyándose en la idea de que no es admisible la concesión de contrapartidas políticas a cambio de la paz.

El homenaje del Kursaal tendrá sustanciales diferencias respecto al que se celebró en el Euskalduna, según precisó Maixabel Lasa. Una de ellas es que esta vez van a estar presentes todos los partidos, incluido el PP, que no apoyó el acto anterior, así como casi todas las asociaciones de víctimas. Covite, la más representativa del País Vasco, ha decidido sumarse a la federación de asociaciones autonómicas, que incluyen a víctimas de Andalucía, Cataluña, Extremadura, Valencia, Murcia y Galicia, y la Asociación de víctimas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Lasa añadió que en el ánimo de extender la base social de apoyo al acto y para que no "quede cojo" y sea compartido por todos, este año se ha invitado y estarán también presentes en el Kursaal víctimas del GAL y del Batallón Vasco-Español.

La asistencia conseguida al acto es consecuencia de las gestiones y la mano izquierda desplegadas por Lasa y Urkijo, que han logrado vencer las reticencias que mantienen el PP y algunas asociaciones de víctimas por la política general del Gobierno tripartito. La rebajada presencia del lehendakari, que no intervendrá, es otra de las novedades sustanciales del acto, que convertirá a las víctimas en las verdaderas protagonistas. El discurso institucional será pronunciado por Maixabel Lasa, víctima ella misma del terrorismo. A diferencia del año pasado, en que el manifiesto leído por Ibarretxe fue consensuado entre los partidos, Lasa no ha sometido su intervención al escrutinio de las fuerzas parlamentarias, aunque ayer indicó que no tendría inconveniente en hacerlo.

Maixabel Lasa y Txema Urkijo se mostraron convencidos de que este año el homenaje reúne condiciones para convertirse en "la mayor concentración de víctimas jamás celebrada en Euskadi". El año pasado asistieron 300 familiares de 140 asesinados por ETA. En éste habrá también víctimas de otros terrorismos practicados en Europa, como Irlanda, Francia o Italia.

En el acto intervendrán el científico Pedro Miguel Etxenike, Michael Gallagher, del grupo de afectados por el atentado de Omagh (Irlanda del Norte), y cuatro víctimas: dos de ellas representando a Covite y la Federación Autonómica de Víctimas y otras dos no asociadas, que lo harán a título individual. El lehendakari entregará un obsequio a media docena de personas de diferentes regiones de España.