Obama se desmarca del reverendo Wright
Dice que sus palabras son "atroces"
El aspirante a la candidatura demócrata Barack Obama trató de aplacar ayer la tormenta política desatada por los comentarios del reverendo Jeremiah Wright, el pastor de la iglesia a la que Obama y su familia acuden en Chicago.
El candidato condenó los comentarios extremistas de Wright, "son atroces", dijo, y se distanció de él, admitiendo que ahora la relación con el hombre que celebró su matrimonio y el bautizo de sus hijas "ha cambiado". Obama explicó que se sentía "escandalizado y entristecido por el espectáculo de ayer", en referencia a las declaraciones de Wright el lunes, en las que aseguraba que cualquier crítica a sus sermones, con un fuerte contenido político, era "un ataque a la Iglesia negra".
Obama, que se prepara para las primarias de Carolina del Norte, calificó los comentarios de Wright de "divisivos y destructores" y aseguró que sólo "confortan a aquellos que rezan en el odio". Obama pretende así zanjar una situación que está haciendo mella en su imagen: "Creo que [esos comentarios] no dan una idea precisa de la Iglesia negra. Desde luego no da una idea de mis valores y mis creencias".
El reverendo Jeremiah Wright es conocido por frases de sus sermones como "Dios maldiga América por tratar a nuestros ciudadanos como menos que humanos" o por sus dudas sobre la autoría de los atentados del 11-S.