La derecha posfascista gana la alcaldía de Roma
Alemanno se impone a Rutelli en la capital con el 53,7%
Sesenta y cinco años después de la caída de Mussolini, la mística fascista volvió ayer al poder en Roma. Gianni Alemanno, el delfín ultra del posfascista Gianfranco Fini (Alianza Nacional) y candidato del Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi, obtuvo el 53,7% de los votos en la segunda vuelta de las municipales y derrotó a Francesco Rutelli, candidato del Partido Democrático, que logró un 46,3%, según los resultados definitivos. La baja participación, del 62,5%, concede a la derecha su primera victoria electoral en la capital en 20 años.
El vencedor convenció con un discurso simple y anticomunista
El desencanto de la izquierda se tradujo en un aumento de la abstención
Mientras los taxistas romanos celebraban el resultado con un desfile espontáneo y haciendo sonar las bocinas, la decepción de la izquierda, que suma a la derrota en las legislativas la pérdida de su ciudad talismán, era ayer por la tarde absoluta.
El Laboratorio Roma, la ciudad donde en 1993 el alcalde Francesco Rutelli inició la experiencia de Gobierno de coalición que alentó el nacimiento del Olivo y después de la Unión, vivió un final doloroso y que dejará secuelas.
La victoria de Berlusconi en las generales ha completado un vuelco electoral en toda regla: a la inesperada victoria en la capital, el PDL suma el triunfo del movimiento "anti-Roma" en el norte del país, donde la Liga Norte, que aboga por el fin del centralismo, creció hasta los tres millones de sufragios en las generales. Berlusconi saludó la victoria declarándose "el hombre más feliz de Italia". El ultraconservador Alemanno había caído en la primera vuelta de hace 15 días por cinco puntos, pero logró forzar una segunda votación; ayer no sólo remontó, sino que se impuso con holgura: cerca de 100.000 votos y siete puntos de ventaja. Rutelli perdió casi 100.000 votos respecto al primer turno, mientras Alemanno subió más de 100.000, desde 677.000 a 783.000.
El líder posfascista convenció a más de la mitad de los votantes con su discurso simple, claro y anticomunista, basado en un punto programático casi único: ser más duro con los inmigrantes y devolver la limpieza y el orden a la capital. La derrota de Roma abrirá heridas profundas en la izquierda, cuyo desencanto se tradujo en un fuerte aumento de la abstención: en la capital, la participación cayó 10,5 puntos respecto a la primera vuelta. Sin embargo, en la provincia de Roma el candidato del PD, Nicola Zingaretti, logró un triunfo ajustado.
La operación reformista diseñada por el ex alcalde de Roma, Walter Veltroni, ha sufrido el peor revés imaginable. Tras ser reelegido para dirigir el ayuntamiento en 2006 con el 61,4% de los votos frente al propio Alemanno, Veltroni decidió presentarse en solitario como candidato del nuevo Partido Democrático en las legislativas, y perdió por casi 10 puntos frente a Berlusconi. Ahora, el PD ha perdido también Roma. Veltroni definió la derrota como "grave y pesante".
Alemanno (Bari, 1958), ex ministro de Agricultura en el último Gobierno Berlusconi, es una figura controvertida y llena de aristas que entró en política siendo muy joven en el Movimento Sociale Italiano (MSI) nacido de las cenizas del fascismo y que fue cofundado por su futuro suegro, Pino Rauti, un político y periodista.
Líder del Frente de Juventud, agitador callejero, antiamericano virulento y orador de verbo encendido, Alemanno sucedió en ese puesto a Gianfranco Fini, su jefe actual en Alianza Nacional. "Es la victoria más bonita del centro derecha", dijo ayer Fini al conocer el resultado. "Una victoria histórica de Alianza Nacional".
La votación de ayer decidía además cinco gobiernos provinciales y las alcaldías de otras seis capitales. Casi seis millones de electores estaban llamados a las urnas. El PDL de Berlusconi confirmó el poder local en Viterbo, mientras la izquierda mantuvo Pisa, Udine y Sondrio y arrebató a la derecha Vicenza. Fue su único consuelo en un día pésimo para la izquierda italiana, que ha pagado muy caras las broncas internas que sacudieron al Gobierno Prodi y su torpeza para responder a la sensación general de crisis, degradación e inseguridad ciudadana.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, prorrogó hasta el 15 de mayo el permiso a Franco Frattini a quedarse en el cargo de comisario, sin sueldo, informa Ricardo M. de Rituerto. El sucesor de Frattini, probable ministro de Exteriores del nuevo Gobierno de Berlusconi, será así nombrado por el Ejecutivo entrante, en lugar de por el saliente de Romano Prodi. Las conversaciones para la formación del Gobierno italiano amenazan con salpicar a la credibilidad de la Comisión Europea, de la que sigue formando parte, en calidad de vicepresidente, Franco Frattini.
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