García Mañá reclama inversiones para O Couto Mixto
El jefe superior de Policía de Galicia, Luis García Mañá, se zambulló ayer en el microcosmos de su infancia para rescatar, una vez más, la autoestima de un lugar perdido en A Limia orensana. Un lugar históricamente más portugués que gallego que entre los siglos XII al XIX llegó a tener sus propias leyes políticas y administrativas basadas en los dictámenes de unos cuantos "hombres de acuerdo". Una Andorra gallega -ahora considerablemente despoblada y empobrecida- formada por las aldeas de Santiago, Meaus y Rubiá, con punto neurálgico en el ayuntamiento de Calvos de Randín, que ayer nombró a García Mañá hijo adoptivo.
El jefe de la Policía gallega contuvo la emoción y rescató el pasado: al cura, al tabernero, al cobrador, al paisano. Fue citando, uno por uno, a los personajes del hilo de las vacaciones de su infancia y de los relatos alimentados al calor de una madre natural de esa raia seca que separa Galicia de Portugal.
Rodeado por los incondicionales Amigos do Couto Mixto, esa asociación que él mismo propició, García Mañá recibió la distinción de manos del alcalde, Aquilino Valencia, en la iglesia de Santiago de Rubiá. "Si hubieran elegido el Palacio Real para este acto no me habría emocionado tanto", comentaba una vez finalizado. Porque la pequeña y desvencijada iglesia guarda como un tesoro el arca en el que aquellos "hombres de acuerdo" guardaron los papeles que acreditaban sus leyes y su independencia respecto a las monarquías española y portuguesa.
Convencido de que "aquello de lo que no se habla no existe", García Mañá volvió a hablar ayer de O Couto, como no ha parado de hacerlo desde que en 2005 publicó su libro O Couto Mixto, unha república esquecida.Ayer, rodeado por los subdelegados del Gobierno de Ourense, Lugo y Pontevedra, los jueces honorarios de O Couto, la secretaria xeral de Política Lingüística de la Xunta, el director de la Casa de Galicia en Madrid, los alcaldes de la comarca de A Limia y un buen número de amigos, Mañá recogió el diploma acreditativo y escuchó las palabras de elogio a su labor rescatadora de la historia que pronunciaron el presidente de la Fundación Premios Galicia de la Crítica, José González Martínez y el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela.
"Hay que dar una llamada de atención a los gobiernos para que revitalicen la zona", concluyó el policía distinguido.
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