El músico que dejó la ingeniería
El orensano José Núñez Ares triunfa como pianista en media Europa
A José Núñez Ares (Ourense, 1978) se la van quedando estrechos los límites, y no sólo los geográficos. La ambición y el desparpajo de este pianista quedan retratados en una anécdota ocurrida hace tiempo, tras un concierto que sirvió como clausura de las actividades culturales de la Universidad de A Coruña, donde estudiaba Ingeniería de Caminos. El entonces rector, José Luis Meilán Gil, le comentó lo difícil que debía de ser hacer al tiempo dos carreras tan difíciles. La respuesta de Núñez fue tajante: "No, si, en realidad, me dedico al piano. Para lo de Caminos, sólo voy a clase y a los exámenes". Verdad o presunción, el entonces rector quedó perplejo y apenas pudo balbucear: "Bueno, pues eso, nada: que enhorabuena", mientras buscaba confuso la puerta del camerino de Núñez.
Sacó adelante a la vez las carreras de piano e ingeniero de Caminos
"Los concursos son un arma de doble filo: te lanzan pero absorben mucho"
"Este es torero, le gusta el escenario", dijo de él Maximino Zumalave
Los últimos años de carrera y posteriores profundizó estudios de interpretación con la catedrática Mercedes Goicoa, presidenta de la Real Academia Galega de Belas Artes, y estudió en Chicago con el gran concertista y pedagogo mexicano Jorge Federico Osorio. Obtuvo el título superior en 2001, el mismo año en que, con la dedicación confesada a su rector, logró -a curso por año y sin un suspenso- su titulación como ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.
A partir de entonces, llegó inmersión completa en el mundo del piano profesional. Ampliación y profundización de repertorio, junto a busca y ejecución de conciertos, constituyen el día a día de Núñez, quien mantiene una actividad concertística de 30 a 50 recitales y conciertos por año. Finalista en el Concurso Internacional de Juventudes Musicales celebrado en 2003 en Bucarest y semifinalista en el Premio Internacional Thalberg (Nápoles, 2004), opina de los concursos: "Son un arma de doble filo: algunos pueden llegar a lanzarte. Pero absorben mucho tiempo para un único repertorio y eso aísla bastante. Los cursos me ayudaron más que los concursos".
Los estudios con Aquille delle Vigne constituyeron parte de su lanzamiento, abriéndole nuevas puertas. Rotterdam, Salzburgo, Florencia, Lucca, Roma, Florencia, Brescia o Nápoles han sido testigo de sus recitales. En 2003 fijó su residencia en Rotterdam para cursar estudios de postgrado. Fue asistente del profesor Delle Vigne desde marzo de 2005 hasta que, finalizado el curso con calificación de sobresaliente, obtuvo en enero de 2007 la plaza de coordinador del departamento de piano del conservatorio. Como tal, impartió clase a alumnos de postgrado y participó en la organización de conciertos, festivales y clases magistrales de grandes pianistas internacionales como Angela Hewitt, Gabriel Kwok o Fernando Puchol, entre otros.
En parte fue la morriña -"echo de menos Galicia y la gente que ahí tengo"- lo que trajo su actividad didáctica al Conservatorio de Ferrol, donde impartió un cursillo en diciembre de 2007. Esta temporada, ha celebrado en Galicia un concierto en el Museo de Belas Artes de A Coruña, formando parte del dúo Artemis (chelo y piano) y recitales en Pontevedra, Ferrol y A Coruña, como parte de su quehacer didáctico y concertístico. Ofrecer un programa distinto para cada recital es muestra del compromiso y seriedad profesional de alguien que dice necesitar prepararse "un mes por programa, para tocar de forma competitiva".
La trayectoria de Núñez Ares confirma las expectativas de quienes asistieron a aquel primer recital en el Rectorado de la Universidad de A Coruña, cuando sacaba dos carreras pensando sólo en una. Después de su concierto con la orquesta de la Escuela de Altos Estudios Musicales de Santiago, con un Concierto nº 22 de Mozart lleno de fuerza y delicadeza Maximino Zumalave dijo de él: "Éste es torero, le gusta el escenario". A la salida del recital que ofreció en enero para la Sociedad Filarmónica de A Coruña, algún directivo de la sociedad se preguntaba "cómo este chico no está en otros circuitos". Sí lo está, pero le gusta tocar también en su tierra, porque para él no hay plazas de segunda.
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