Cae el mayor 'narco' de Marruecos

La chulería es mala consejera. El que ha sido el mayor traficante de hachís juzgado en Marruecos se paseaba a sus anchas por Ceuta, su ciudad natal, pese a que estaba en búsqueda y captura internacional desde su fuga, hace cuatro meses, de la cárcel marroquí de Kenitra, a 40 kilómetros al norte de Rabat.

Se jactaba de tener más millones que años; y ha cumplido los 32

Al grupo de fugitivos de la Comisaría General de Policía Judicial no le resultó difícil echarle el guante, el jueves por la tarde, en la céntrica calle de Fuente Caballo cuando Mohamed Taieb Ahmed, más conocido por su apodo de El Nene, conducía un vehículo propiedad de su hermano. A la policía le resultó, en cambio, más complicado identificarle -fue necesario recurrir a las impresiones dactilares- porque el fugitivo llevaba un pasaporte español auténtico, pero a nombre de otra persona, con el que viajó a la Península, donde se fue de fiesta por Marbella y la costa catalana Posee la doble nacionalidad española y marroquí y en este país se le conoce bajo el nombre de Ahmed Ouazzani.

Había cumplido algo más de tres de los ocho años a los que fue condenado en 2004 por tráfico de drogas y corrupción de funcionarios. Su detención fue fortuita al verse involucrado en una refriega a las puertas del palacio real de Tetuán. El Nene regresó a Ceuta, según sostiene la prensa marroquí, poco después de fugarse de Kenitra, el 7 de diciembre. Su evasión tardó más de una semana en conocerse y no fue la administración de la prisión la que la reveló, sino una llamada telefónica anónima. El 18 de diciembre el fiscal de Kenitra dictó una orden de detención, tramitada a través de Interpol, que dio pie a la actuación policial en Ceuta.

La tardanza en hacerse pública la evasión ilustra hasta qué punto tenía comprados a los funcionarios de prisiones que le permitían disponer de tres celdas para él solo y de un ordenador con acceso a Internet. A ellos y a algunos reclusos los invitaba a cenar en los restaurantes de la playa de Kenitra y hasta a pasar la noche en un prostíbulo.

El comunicado del Ministerio del Interior español se regodea contando la "posición privilegiada" de El Nene en Kenitra. Tras la fuga, ocho de sus cancerberos fueron condenados a penas de entre dos meses y dos años de cárcel por haberse dejado sobornar.

El Nene disponía de medios para untarles. Se jactaba de haber amasado más millones de euros que años. Ya cumplió los 32.