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El partidismo impide renovar la dirección de TV-3

Albert Sáez pide al Parlament una reforma de la ley

El partidismo en el órgano gestor de TV-3 y Catalunya Ràdio ha hundido las negociaciones para renovar la dirección de los medios públicos de la Generalitat. Los negociadores se levantaron ayer de la mesa admitiendo su incapacidad para aplicar una ley que sus propios partidos aprobaron apenas siete meses atrás.

Albert Sáez, ex secretario de Medios de Comunicación de la Generalitat y actual presidente del consejo de gobierno de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), no ha sido capaz de forjar un acuerdo para nombrar al director general del organismo y los directores de la televisión y la radio públicas. Ayer se lo comunicó al presidente del Parlament, Ernest Benach, a quien solicitó que comience los trámites para pedir una reforma de la ley.

Sáez, periodista de profesión y ex cargo de confianza de Josep Lluís Carod Rovira en el Gobierno, se quejó por carta a Benach del uso "partidista" que, en su opinión, hacen del asunto "los medios de comunicación". En la misiva pide amparo al Parlament para que los partidos "dejen trabajar" a los miembros del consejo de gobierno de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales.

Paradójicamente, la mayor parte de los 12 miembros de este consejo son ex empleados o ex altos cargos de partidos políticos. Tres ejemplos: Anna Balletbó es ex diputada del Partit dels Socialistes de Cataluña (PSC), Josep Vinyeta fue jefe de prensa de Iniciativa (ICV) y Marc Puig fue secretario de comunicación en el Gobierno de Jordi Pujol.

La negociación entre los consejeros de la CCMA ha sido paralela a la que han mantenido directamente los partidos políticos. Eso a pesar de que la ley de la CCMA se hizo con el objetivo de aislar a los medios públicos de la lucha partidista. CiU no quiere quedar como la única culpable del desacuerdo, por lo que también pedirá el amparo del Parlament y exigirá la dimisión de Sàez.

La base del desencuentro ha sido que nadie quiso ceder para que profesionales independientes ocuparan los puestos de dirección del organismo. Ninguno de los candidatos, propuestos indirectamente por los propios partidos, ha logrado el apoyo de los dos tercios de los consejeros de la CCMA. Las reuniones se prolongaron hasta última hora de la tarde de ayer sin éxito. Ni Rosa Cullell, directora del Gran Teatro del Liceo, ni Constantí Serrallonga, primer ejecutivo de Transportes Metropolitanos de Barcelona, reunieron suficiente consenso para ocuparse de la dirección general de la CCMA.

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Fuentes del tripartito confirmaron anoche que lo más factible ahora es una reforma urgente de la ley de TV-3. Se haría en dos sentidos. En primer lugar, retirándole a CiU el derecho de veto. Esto se lograría rebajando la mayoría de decisión desde los dos tercios hasta la mayoría absoluta. El Gobierno también quiere reducir el número de consejeros de la CCMA. Se podría pasar de 12 a 9 o 7. Estos cambios podrían hacerse en dos semanas si el Gobierno y el Parlament se coordinan para aprobar la ley por el sistema de lectura única, que no admite enmiendas. En el pleno del 7 de mayo se podría aprobar la reforma.

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