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Crónica:LA CALLE | No funciona
Crónica
Texto informativo con interpretación

Trenes no vigilados

Sant Feliu de Llobregat. C. L. espera al tren hacia Barcelona. Tiene que pasar a las 9.12 horas. No lo hace. No hay información alguna por megafonía, según la usuaria, aunque Renfe dice que sí se dio. Al cabo, llega un tren con harto retraso. C. L. sube y viaja hasta la plaza de Catalunya. Pide que le den otro billete por el retraso. El empleado se resiste. Mira la hora en que ha sido marcado y dice que no hay retraso. La pasajera explica que espera en el interior del edificio de la estación y marca cuando oye llegar al tren. No, insiste el empleado, debe fichar cuando llegue y salir al andén a pasar frío o mojarse si llueve. Al final, la insistencia de la usuaria triunfa y le dan un billete de compensación. "Hay que protestar siempre", recuerda. Y añade una conversación mantenida en el tren con otra pasajera: ésta marcó el abono (una T-10) y como el tren no llegaba pidió ser compensada con otro. Pero le dieron un billete que sólo sirve para Renfe, de modo que cuando llegara a destino, si tomaba el metro o un autobús, tendría que volver a pagar, lo que no le pasaba con su tarjeta original. Respuesta sintetizada: es lo que hay. Es decir, que sí, que se da un billete que vale menos porque lo que se deja de prestar es el servicio de Renfe y basta.

Hay muchas más quejas de trenes. Entre ellas una insólita. En un tren de Ferrocarrils de la Generalitat de la línea del Llobregat, entran dos muchachas, M. V. y M. M. y ven que en el interior hay un grupo de mozalbetes con un montón de palomas que van soltando por el vagón, arrancándoles las plumas, algunas pintadas de colores; están fumando y bebiendo. Ferrocarrils de la Generalitat reconoce los hechos, que figuran grabados por una cámara, y entiende que nadie se personó en el vagón para poner orden porque no hubo queja alguna en ese momento, de modo que nadie se enteró. La compañía supo del asunto tras la llamada de este diario para confirmar los hechos objeto de la queja presentada por dos usuarias que se preguntan de qué sirven las cámaras si no detectan algo tan espectacular como palomas volando y llenando el vagón de plumas. Ellas aguantaron cuatro estaciones antes de bajarse, tiempo suficiente para muchas cosas.

Para exponer quejas sobre el comportamiento de las administraciones y empresas públicas, pueden dirigirse a catalunya@elpais.es, a la atención de Francesc Arroyo.

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