Una juez del 'caso Alovera' reclamó ayuda nueve meses antes del crimen
La magistrada solicitó que la eximieran del resto de casos para centrarse en los de violencia machista - "Tramitamos órdenes de protección a diario", avisó
Los funcionarios decidieron pedir el traslado al enterarse de que el juzgado asumiría las competencias de violencia sobre la mujer en 2005. Y si lo que buscaban era trabajar menos, acertaron. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Torrejón de Ardoz -el que no pudo evitar la muerte de la argentina Sylvina Bassani a manos de su ex marido, sargento del Ejército, el pasado 10 de abril- sufrió a partir de entonces (2005) una importante sobrecarga de trabajo que llevó a que su anterior titular, Gemma Susana Fernández Díaz, pidiera ayuda nueve meses antes del crimen machista.
Lo hizo en dos ocasiones. Primero ante la Junta de Jueces de Torrejón (el órgano de gobierno de los juzgados de esa ciudad, del que Fernández formaba parte) y después ante el pleno del Consejo General del Poder Judicial. Ante ambos organismos la magistrada desgranó los defectos de funcionamiento de su juzgado: su exceso de trabajo, la falta de medios y la inexperiencia de su personal. El órgano registró en 2006 más de 2.800 casos penales, de los que unos 200 tenían que ver con la violencia machista. En los seis primeros meses de 2007, los asuntos de maltrato iban ya por 211. "Sufrimos la tensión diaria de hallarse en funciones de guardia hasta las 13.30 horas debido a la necesidad de atender casi diariamente detenidos y solicitudes de órdenes de protección", avisó Fernández a la Junta de Jueces.
La juez, que cambió de juzgado en diciembre de 2007, reclamaba que la eximieran del resto de asuntos para poder concentrarse en los de violencia. La Junta lo rechazó y el Poder Judicial, previsiblemente, hará lo mismo mañana.Sus compañeros en la Junta de Jueces de Torrejón rechazaron la petición alegando que no podían asumir más trabajo y que sus juzgados también se encontraban atascados. Incluso insinuaron que los procesos de los que Fernández pretendía quedar exenta -querellas, intervenciones telefónicas, entradas y registros, juicios por accidentes de tráfico y procesos civiles- eran más complejos que los de violencia sobre la mujer. Pero la titular del Juzgado número 5 no se rindió y recurrió la decisión ante el pleno del Consejo General del Poder Judicial.
En su escrito, que llegó al Consejo el pasado 6 de julio, Fernández recordó que contaba únicamente con nueve funcionarios, de los que seis eran eventuales, y por tanto inexpertos, debido a la huida de los demás titulares, cuando el juzgado asumió las competencias de violencia. "La sobrecarga de asuntos que conlleva la violencia sobre la mujer impide que la tramitación sea todo lo eficaz que debiera", avisaba la juez. "En la mañana de hoy, por ejemplo, cuatro detenidos pasarán a disposición del Juzgado de Violencia sobre la Mujer", añadía la magistrada.
Pero el Consejo, previsiblemente, también rechazará su solicitud. El vocal que estudió el recurso, Alfons López Tena (propuesto por CiU), así lo propondrá al pleno sin entrar en el fondo del asunto y basándose en un defecto formal: los miembros de las juntas de jueces no pueden impugnar los acuerdos de esos órganos.
Fernández estuvo al frente del Juzgado de Violencia de Torrejón entre el 7 de octubre de 2005 y el 9 de diciembre de 2007. A pesar de ser la titular, no fue la única que tramitó la orden de protección de Sylvina Bassani. Otros dos jueces la sustituyeron durante ocho meses debido a una baja por enfermedad y a su posterior maternidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.