En busca de una guardería

La Junta ofrece este año 6.275 plazas en guarderías públicas en la provincia de Cádiz. Es un 8,6% más que el año pasado, pero siguen sin ser suficientes. Ante la constatación de que la demanda supera un curso más la oferta, muchas familias optan por probar suerte en los centros privados. Pero tampoco aquí las tienen todas consigo. En ciudades como Cádiz, donde el acceso a una guardería está más reñido que en otras poblaciones, algunos padres han llegado a hacer colas de 20 horas para asegurarse un lugar donde poder dejar a sus hijos a partir de septiembre.

"Pedí el día libre en el trabajo para asegurarme de que conseguía plaza"

Fernando Martínez es uno de ellos. A las doce del mediodía se plantó a las puertas de la guardería Pekes pertrechado con una silla de playa, mantas, bocadillos y hasta una ración de caldo para la noche. El plazo de inscripción no se abría hasta la mañana del día siguiente, pero Martínez no quería arriesgarse: "Había oído que otros años los padres habían hecho cola toda la noche, y en el centro me lo confirmaron. Así que pedí el día libre en el trabajo para asegurarme de que conseguía plaza".

Como él, otros padres y madres se sumaron a la cola a lo largo de la tarde. Quienes optaron por pegarse el madrugón y llegar a las cinco de la mañana se encontraron con que todas las plazas que ofrecía la guardería -siete para niños de un año y 15 para los de dos- estaban cubiertas. Tuvieron que conformarse con apuntar a sus hijos en la lista de espera y con el café que las trabajadoras del centro, ya acostumbradas a estas colas, llevaron a quienes esperaban en la puerta. En Pekes, al igual que en otras guarderías gaditanas, hay padres que inscriben a sus bebés cuando éstos aún no han nacido.

Fernando Martínez pasó más de 20 horas en una silla de playa, pero no se arrepiente. "Los dos trabajamos, mi mujer ha tenido que pedir una excedencia para cuidar de la niña. Y sabemos que con nuestra renta es imposible que nos den una plaza de la Junta. O conseguíamos ésta, o ella no habría podido volver a su trabajo", explica.

La delegada de Bienestar Social en Cádiz, Manuela Guntiñas, achaca las colas en este centro a una "mala organización". "Hay otros sistemas que no obligan a los padres a estar tantas horas esperando. Se puede hacer por sorteo". Esto no impide, con todo, que algunos se queden sin sitio. Guntiñas reconoce que en la ciudad de Cádiz hay listas de espera. "Pero en otras zonas se nos quedan plazas vacantes", precisa. Para acabar con esta descompensación, la Junta continúa con su plan de ampliación de guarderías que en esta legislatura tiene que llegar a las 100.000 plazas en Andalucía.

Para este curso, Bienestar Social dispone en la provincia de 29 centros propios -entre ellos, dos recién inaugurados en San Fernando y Chipiona- y 81 centros con convenio, aunque la oferta puede ampliarse. "Estamos pendientes de acuerdos con otros ocho centros, y esto sólo en principio, porque hay otros que ahora están en obras o a los que sólo les falta el equipamiento que se podrán sumar antes de que llegue septiembre o a lo largo del curso", explica Guntiñas.

La ampliación del número de plazas pasa también por un cambio de cultura empresarial. Una de las apuestas de la Junta es fomentar la creación de guarderías de empresas. De momento, los padres trabajadores, como Fernando Martínez y su mujer, tendrán que probar suerte en los centros públicos o resignarse a hacer cola. "Al menos ahora tenemos dos años de tranquilidad. Cuando la niña cumpla tres irá al colegio, pero allí la plaza está asegurada. En uno o en otro, tiene sitio", respira Martínez.