Nueve días, siete muertos

¿Están siendo bien investigados los accidentes laborales en la región? La respuesta de los dos principales sindicatos (UGT y CC OO) es rotunda: no. La única excepción la marca, dicen los sindicatos, la Policía Municipal de Madrid, cuya actuación está siendo ejemplar para la depuración de responsabilidades en los casos más graves.

Esta acusación de desidia y falta de profesionalidad del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil (quienes investigan los accidentes en el resto de la región) se produjo justo ayer, un día en el que perdieron la vida tres trabajadores, de 22, 46 y 54 años. Esto ha elevado a 36 el número de muertos en accidente laboral en lo que va de año, según los sindicatos.

La jornada de ayer resultó especialmente trágica. Un trabajador de 54 años, José Gómez, murió de madrugada en la Unidad de Quemados de La Paz. Estaba ingresado desde el martes, cuando sufrió una descarga eléctrica, en un centro de transformación del kilómetro 80 de la autovía de Burgos (A-1), a la altura de la Serna del Monte. La descarga eléctrica produjo en el fallecido importantes quemaduras.

El primer accidente del día ocurrió al mediodía de ayer en la calle de Mataró, en Arroyomolinos. Francisco Javier Gómez Pozo, un trabajador de 22 años, vecino de Quintanar de la Orden (Toledo), murió en las obras de una urbanización Los Altos de Arroyomolinos, formada por 144 chalés adosados de tres y cuatro plantas. La víctima conducía una retroexcavadora de pequeñas dimensiones cuando, por causas aún no esclarecidas, el vehículo volcó y le aplastó. Fueron los propios compañeros los que levantaron la máquina que le aprisionaba. Cuando llegaron los facultativos del Summa, ya había fallecido como consecuencia del aplastamiento, según un portavoz de Emergencias Comunidad de Madrid 112. Trabajaba para una empresa radicada en Getafe.

El segundo accidente, y el muerto número tres del día se registró a las seis de la tarde en la empresa Demag, en la calle de Buenos Aires del polígono Camporroso, en Alcalá de Henares. Se trata de una empresa, que se dedica a hacer vigas de gran tonelaje. Por causas que están siendo investigadas, una de esas estructuras de gran tamaño explosionó por gases acumulados en su interior. La deflagración alcanzó de lleno a Manuel Cerro Sierra, de 46 años, de Torrejón de Ardoz. Le lanzó contra una estructura metálica causándole la muerte en el acto, según Emergencias 112.

Los responsables de Salud Laboral de UGT y CC OO criticaron ayer la falta de diligencia que muestra la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía para investigar los accidentes laborales. Aseguraron que sólo la Policía Municipal de Madrid hace con rapidez las diligencias de los casos, tras interrogar a todos los afectados y evitar que la escena del siniestro se modifique. "Los policías no están especializados y los casos se mueren en el juzgado durante años", criticó la responsable de UGT, Marisa Rufino. Su homólogo de CC OO, Carmelo Plaza, piensa igual: "En casi todos los ayuntamientos hay una falta de sensibilidad por parte de la policía. Los jueces y los fiscales deben implicarse más en este tema tan grave".

Una portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid se aseguró que los accidentes son investigados según marcan los protocolos y que los agentes actúan según lo que les requieran los jueces y los fiscales. De todos los casos, se hacen informes de la Policía Científica detallados y se toman pruebas del lugar. Este periódico intentó, sin éxito, obtener la versión de la Guardia Civil.