Central nuclear de Ascó
Hace unos días, Greenpeace pudo conocer que se han detectado niveles importantes de contaminación radiactiva por partículas de cobalto, manganeso y otros elementos en el exterior de la central nuclear de Ascó, Tarragona.
La contaminación radiactiva se encontró en vallas, tejados y muchas otras zonas de la instalación nuclear, y, por supuesto, no se excluye que se haya extendido más allá de la central con el viento y lluvia de estos últimos meses. La emisión de la radiactividad a la atmósfera se inició el 29 de noviembre de 2007, según los ecologistas. El 14 de marzo, la primera detección de una partícula radiactiva; el 2 de abril se detectan más partículas, y, al fin, el 3 de abril se entera el CSN. La noticia sale a la luz pública sólo cuando Greenpeace informa de los hechos el día 5 de abril, porque algunos trabajadores responsables confían más en esta vía que en las autoridades supuestamente encargadas de garantizar la seguridad de las centrales nucleares
Según la información de que se dispone, el accidente puede deberse a un fallo en alguno de los procesos de la depuración y filtrado del agua sumamente radiactiva. Y según parece, la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs, titular de la instalación, ya era conocedora del problema desde hacía tiempo.
Todos los ciudadanos nos preguntamos ¿cómo es posible que haya ocurrido algo así? ¿Desde cuándo lo sabe el titular y desde cuándo el Consejo de Seguridad Nuclear? ¿Cómo es posible que hayan fallado todos los planes de vigilancia? ¿Hasta dónde se ha extendido la radiactividad? Y, por supuesto, ¿qué medidas va a tomar el Consejo de Seguridad Nuclear al respecto.
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