Una asamblea sin apenas ninguna voz discrepante
Egibar fue el ponente en las dos polémicas decisiones del cónclave
Las dos resoluciones que la asamblea regional extraordinaria del PNV guipuzcoano aprobó en la noche del viernes -una reprochando a la ejecutiva nacional su actitud con la moción de censura de Mondragón y otra instando a dejar el partido al ex diputado general Joxe Joan González de Txabarri y tres ex altos cargos de Hacienda por el caso Jauregi- obtuvieron un respaldo casi unánime. Sin embargo, no responden al sentir mayoritario de la militancia en esa provincia, según aseguran fuentes del PNV. Añaden estos medios que las voces discrepantes en la asamblea fueron pocas y tímidas, pese a la trascendencia de las resoluciones adoptadas, y no pudieron en medio de la acalorada reunión. Las opiniones disidentes quedaron arrolladas por la corriente mayoritaria de los intervinientes.
Los críticos a Egibar creen que la militancia no apoya los dos acuerdos
Sólo 13 de los 126 votantes rechazaron pedir a Txabarri que deje el partido
El presidente provincial del partido, Joseba Egibar, tuvo gran protagonismo e hizo alarde de su "brillante oratoria" para arrastrar a los delegados "con interpretaciones que son discutibles apoyadas en datos objetivos", apuntan las citadas fuentes . Egibar fue el ponente en los dos asuntos a discusión (las medidas contra Txabarri y su equipo y la censura en Mondragón), sobre los que trazó una cronología y una defensa cerrada del contenido de los acuerdos que acabaron siendo aprobados.
La asamblea le respaldó de modo casi unánime. De los 126 asistentes, sólo 13 se opusieron a las medidas contra Txabarri y los otros tres militantes. Los pocos discrepantes consideraron que no debían aprobarse medidas tan drásticas sin escuchar a los afectados, pero se quedaron en abrumadora minoría.
En el segundo punto, Egibar y el miembro de su dirección Aitor Olaizola fueron los principales defensores de su actuación inicial rechazando la moción de censura contra ANV antes de presentar el texto crítico con el cambio de postura del EBB.
"La presión que en estas asambleas crea el sector oficial del GBB es tal que hay miedo a expresarse en libertad para opinar", aseguran dirigentes guipuzcoanos críticos con Egibar. "Hay temor a quedar marcado por opinar en contra después de lo que ha pasado con quienes estaba en la oposición", añaden. En cualquier caso, se muestran convencidos de que toda la militancia no apoya las decisiones tomadas.
Una semana antes, muchos de los miembros de la junta municipal donostiarra del Antiguo, que presentó la moción crítica con la ejecutiva nacional, recibieron a Joseba Egibar, allí afiliado, con pesar y dándole ánimos tras haber realizado la rectificación pública junto a Iñigo Urkullu al día siguiente de haber negado el apoyo del PNV a la moción de censura en la localidad guipuzcoana contra la alcaldesa de ANV.
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