'Expediente X' en Polop
Tras seis meses, la unidad judicial que resolvió el crimen de Fago no ha aclarado el asesinato del alcalde y el juez mantiene el secreto del sumario
Seis meses después del asesinato a tiros del alcalde de Polop de la Marina, el popular Alejandro Ponsoda, de 55 años, la autoría y el móvil del crimen no solamente siguen siendo una incógnita, sino que ya alcanzan la categoría de misterio al más puro estilo Expediente X. El juzgado encargado de la instrucción de las actuaciones, el órgano número dos de La Vila Joiosa, deberá decidir en los próximos días si levanta el secreto de las diligencias o, si por el contrario, prorroga el silencio de las investigaciones.
La investigación da por casi seguro que el autor es alguien cercano al fallecido
"En el crimen de Fago había mucho menos que investigar"
Un investigador cree que aún se tardará tiempo en descifrar el crimen
Entretanto, el transcurso del tiempo enfría la inquietud y el impacto que el 19 de octubre de 2007 golpeó a esta pequeña población del interior de La Marina Baixa, en la que viven unos 4.000 habitantes. Sin embargo, sus vecinos no conseguirán "pasar página" hasta que no se resuelva el enigma, enfatiza el edil, ahora ya alcalde, que sucedió en el cargo a Ponsoda, el también popular Juan Cano.
Al amplio despliegue policial de los primeros días se sumó, por encargo directo del Ministerio de Interior, el equipo de policía judicial y científica que desentrañó el enmarañado homicidio de Miguel Grima, alcalde del municipio oscense de Fago. Pero ni siquiera esta unidad especial ha conseguido descifrar el oscuro caso de Polop. "En el crimen de Fago había mucho menos que investigar", opina un policía judicial de la zona que en primera instancia participó en las pesquisas para resolver la muerte de Alejandro Ponsoda. A pesar de llevar una vida aparentemente ejemplar y ser respetado por los vecinos, el regidor municipal no era una persona precisamente plana, según asegura. "Su vida daba mucho de sí", remarca este investigador que por motivos obvios opta por mantener el anonimato. Lo que sí que la investigación da por casi seguro es que la autoría del crimen responde a su círculo más estrecho. "Ha sido alguien cercano a él, no hay que ser un experto para llegar a esta conclusión".
Pero quién y por qué motivo querría acabar con la vida del regidor de este pequeño municipio, convertido en los últimos años en El Dorado de promotores por su golosa ubicación (Polop se encuentra en pleno corazón verde de la sierra alicantina, muy próximo al mar y excelentemente comunicado por carretera).
Inicialmente, el abanico de especulaciones y conjeturas sobre las líneas de investigación seguidas por la Policía para dilucidar la autoría del crimen fueron amplísimas, aunque poco o nada trascendió de fuentes directas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. No obstante, en un primer momento el vector que tomó mayor fuerza fue que se tratara de un asunto urbanístico.Con su política, Alejandro Ponsoda se granjeó la enemistad de algunos perjudicados por sus resoluciones urbanísticas, según comentaron entonces profesionales de la abogacía relacionados con litigios urbanísticos. De hecho, los primeros sospechosos fueron un matrimonio que días antes había amenazado públicamente al alcalde por una cuestión de expropiación de terrenos. Sin embargo, horas después, la policía judicial desestimó esta sospecha.
Casi medio año después del asesinato, los agentes parecen no haber reducido el perímetro de actuación, y en la actualidad mantienen abierta la doble vía de investigación: la actividad de Ponsoda como cargo público y también su ámbito privado. "Llevará todavía mucho tiempo en descifrarlo", predice este experto policial. "Por disparar posibilidades se puede disparar hasta el infinito", dice.
Esta brigada especial de esclarecimiento de homicidios sigue, sin embargo, trabajando a pie de terreno, según confirman fuentes de la investigación; aunque su estancia en Polop de la Marina ha dejado de ser permanente. "Hay homicidios que tardan años en resolverse", incide este policía judicial. Lo cierto es que el desánimo parece cundir entre el vecindario.
"No creo que esto se resuelva", comenta una vecina de la población de La Marina Baixa. Esta intuición es compartida por muchos. Sin embargo, su actual alcalde, Juan Cano, que relevó al fallecido Ponsoda, es más optimista sobre el desenlace final del asesinato. "De momento, parece ser un crimen perfecto", aunque se apresura a matizar: "Yo confío en que sí se aclare". En cualquier caso, añade el regidor de Polop, el equipo de gobierno local estará pendiente de la resolución que el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de La Vila Joiosa adopte próximamente para decidir si se persona en la causa.
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