Ecología, niños y descargas
El mercado de Cannes exhibe los formatos más audaces y novedosos
Es el mercado al que acuden las cadenas para ver, oír y comprar. El MIPTV de Cannes (Francia), uno de los principales mercados mundiales del sector audiovisual, cerró ayer sus puertas confirmando algunas tendencias. Y que haya dedicado un día entero a las emisiones que se ocupan de la ecología es sintomático.
Los nuevos canales de consumo audiovisual, protagonistas en la cita francesa
Cannes ha recibido los documentales de Yann Arthus-Bertrand, que ha filmado la Tierra desde el cielo, mostrando su dramática transformación. Y una de las propuestas llegadas del Reino Unido, en concreto de la cadena BBC2, que ha asociado ecología y ficción y le ha encargado a Simon Beaufoy, guionista de Full monty, un thriller en el que se enfrentan la industria petrolera y quienes saben que el calentamiento del planeta, diga lo que diga el primo de Mariano Rajoy, es un hecho real.
En Burn up, Beaufoy lleva el espectador por medio mundo: desde unos polos que se funden a las reuniones de la ONU y la OPEP, pasando por los pozos petrolíferos y los despachos de las grandes multinacionales de la energía. "Es una ficción, pero todo lo que se dice relativo al cambio climático ha obtenido el visto bueno de científicos".
También la productora de Robert Redford se engancha a la tendencia ecológica. El actor ha impulsado The green, un programa que enseña a vivir de una forma más verde.
Entre los programas de entretenimiento que se han exhibido en Cannes destacan los que dan protagonismo a los niños, como My dad is better than your dad (Mi padre es mejor que el tuyo), de la estadounidense NBC, que enfrenta a equipos de padres e hijos. En juego está una beca de estudios para el benjamín. Y desde el Reino Unido llega el original y bastante sano The smoke house, formato en el que seis menores hacen virguerías para que sus padres dejen de fumar.
Otra categoría en auge es la de los programas emocionales. Holanda presenta en la feria audiovisual The prettiest girl in the class (La chica más guapa de clase), que consiste en buscar a la chica más atractiva a partir de una foto de sus tiempos de colegial. En la misma línea se sitúa Amnesia (EE UU), donde toda una familia es sometida a un test sobre su pasado.
Pero si algo ha ocupado espacio en la feria ha sido la necesidad de responder al desafío que suponen los nuevos canales de consumo de material audiovisual, como el ordenador o el teléfono móvil. En el combate contra la piratería, los productores de contenidos y las majors de la difusión aceptan la inutilidad de la batalla frontal, de la persecución de todos los ciudadanos que proceden a descargarse gratuitamente gracias a Internet programas por los que hasta ahora se pretendía cobrar de manera directa. NBC y Fox se han asociado para poner en pie el site Hulu, que ofrece gratis "los mejores programas del audiovisual mundial".
De momento Hulu propone material procedente de sus dos grandes accionistas pero también de Sony o la NBA. Se trata de más de 100 largometrajes, 250 series, programas de entretenimiento y emisiones deportivas, sobre todo el campeonato estadounidense de baloncesto. El nuevo canal, por cierto, es gratuito, ya que se financia a través de la publicidad.
La radiotelevisión pública británica BBC y las privadas ITV y Channel 4 han procedido de idéntica manera y han lanzado el sitio Kangaroo, que distribuye unas 10.000 horas de programas. Dado que los terminales de visionado son, muy a menudo, pantallas de ordenador o minipantallas telefónicas se espera también que proliferen las emisiones de breve duración y que la realización de las mismas enfatice los primeros planos.
El presidente y director general de Hulu, Jason Kilar, ha resumido la situación de manera sencilla y transparente: "Tenemos que atacar y dejar de pensar sólo en defendernos. Los internautas encuentran en la Red el programa que desean, ya sea a través de nosotros o no. Si lo telecargan ilegalmente, eso no genera ningún ingreso publicitario para nosotros. La solución es obvia".
La solución a la que se refiere Kilar es abandonar las persecuciones judiciales y asociar gratuidad y publicidad en una misma oferta. De momento, la rentabilidad de la fórmula aún no está garantizada, pero supone salir de una estrategia defensiva condenada de antemano, al menos en los países en los que existe libertad de expresión.
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