Álvarez reaviva los recelos en Cataluña

La ministra más cuestionada en Cataluña la pasada legislatura por los problemas en las obras del AVE y el caos de la red de Cercanías ha sido confirmada en su puesto por las presiones del PSOE andaluz. Su aterrizaje no será fácil. Pero, a sabiendas de ello, Magdalena Álvarez se fue a la Feria de Sevilla tras ser confirmada ministra de Fomento. Y allí, en la caseta de una amiga, fue donde se refirió a los recelos que su nombramiento ha despertado en Cataluña: "El problema con los catalanes lo han montado los medios de comunicación. El apoyo de los catalanes al Gobierno es evidente. Es evidente que están de acuerdo con la gestión que hemos realizado; lo demuestran claramente los votos que nos han dado en las elecciones".

Con ganas de seguir la fiesta, quiso dar por zanjado el tema: "No sigamos insistiendo, por favor, en algo tan hostil", declaró. "El AVE ha llegado a Cataluña en este gobierno y los catalanes estamos satisfechos". Las impresiones de Álvarez no coinciden con la resignación mal disimulada en el PSC y con aspavientos en el resto de partidos catalanes.

El PSC recibió la noticia con una advertencia: la apoyará si cumple los compromisos pendientes con Cataluña: traspaso de Cercanías, nuevo modelo de gestión para El Prat con posición determinante para la Generalitat y mantenimiento del ritmo inversor en infraestructuras. "Confiamos en el criterio del presidente del Gobierno", resumió ayer el portavoz del PSC, Miquel Iceta.

Los socialistas catalanes prefirieron ayer degustar las mieles de la victoria por el aumento de su peso político en el Gobierno, con la asunción de dos ministerios de peso: Defensa y Trabajo. El objetivo ahora será colocar a otras personas de confianza del PSC en otros ministerios y en el entorno más inmediato del presidente en La Moncloa para cumplir el gran objetivo de José Montilla: el despliegue del Estatuto.

El nombramiento de Álvarez logró unir a CiU, PP, ERC, e ICV, que compitieron en el tono de sus críticas a la ministra. El PP catalán y ERC hablaron de "ofensa" e "insulto" a Cataluña, mientras que Iniciativa criticó a la ministra por su "visión decimonónica" de España. De forma inmediata, el Gobierno catalán volverá a plantear al Ministerio de Fomento la necesidad de alcanzar un acuerdo para el traspaso de Cercanías, que debería haberse producido hace ya cuatro meses.