Muy eficaz en el campo
El nuevo Cherokee sigue fiel a la tradición de Jeep y destaca por sus recursos fuera del asfalto. Es más pequeño que otros 4×4 camperos y ahora incluye soluciones avanzadas, como navegador, control de estabilidad y velocidad... Y ofrece un tacto más refinado que mejora el confort del anterior y hace olvidar su respuesta áspera. Pero los asientos no recogen bien y limitan la comodidad.
Turbodiésel con cambio automático
El 4×4 de Jeep sólo se vende con un motor 2.8 CRD turbodiésel de 177 CV disponible con cambio manual de seis marchas y con un automático de cinco, el de la unidad de pruebas, que incluye accionamiento secuencial y resulta más cómodo, en especial en ciudad y campo. Este conjunto es muy elástico a bajo régimen, mueve bien las casi dos toneladas de peso y tiene una respuesta progresiva y constante en todas las revoluciones. Así, aunque las aceleraciones no son fulgurantes, adelanta sin apuros, no pierde velocidad en las subidas y mantiene ritmos correctos. Pero sorprende por su tacto suave y silencioso, que contrasta con la rumorosidad de otros Jeep, e incluso con el techo de lona opcional (1.569 euros) no es ruidoso.
Los consumos tampoco son excesivos. A pesar del peso, la aerodinámica y el cambio automático, gasta 10 litros en conducción tranquila y sube a 12 o 13 en ciudad, campo y apurando las marchas.
Una tracción 4×4 muy completa
El sistema Selec Trac II de tracción 4×4 es muy completo e incluye reductora y bloqueo del diferencial central, lo que aporta unos recursos sobresalientes en el campo. Tiene tres posiciones que se insertan fácilmente con un selector:propulsión trasera para carretera, tracción 4×4 para trazados húmedos y caminos de tierra, y reductora, que bloquea el diferencial central para superar pendientes pronunciadas y zonas difíciles en el campo. Además, la versión con cambio automático incluye control de velocidad de descenso, que va frenando el coche en las bajadas complicadas sin que el conductor tenga que hacer nada. Con esta base, el Cherokee ofrece unos recursos muy completos y se sitúa entre los 4×4 más eficaces de su tamaño en el campo. Sólo la altura al suelo (19 centímetros) resulta algo justa, pero muestra una gran sensación de robustez, y su capacidad de tracción hace sentir que puede superar con éxito cualquier dificultad fuera del asfalto. Las aptitudes 4×4 se deben también a la suspensión trasera de eje rígido, abandonada en los 4×4 ligeros modernos porque penaliza la estabilidad y el confort en carretera. Pero en el Cherokee está muy mejorada y no cansa mucho en los viajes.
Este Jeep no está pensado para mantener ritmos altos en carretera, aunque es estable y aplomado en trazados amplios y autopista. Sólo exige cierta tranquilidad en zonas viradas -no es tan ágil como los 4×4 ligeros y acusa el peso y las inercias-, pero los frenos y el ABS paran bien, y el control de estabilidad de serie evita sustos.
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