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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

España saquea Bremen

Nadal y Ferrer ganan sus duelos a los alemanes en la Copa Davis a la espera del dobles

Una pareja que brilla en el papel y todavía se busca en la pista puede sellar hoy el pase de España a las semifinales de la Copa Davis. Rafael Nadal, dolido por tener "sólo tres o cuatro días para preparar la temporada de tierra", ganó a Nicolás Kiefer en el cruce de cuartos de final que enfrenta a la selección española y a la alemana (7-6 , 6-0 y 6-3). David Ferrer venció a Philipp Kohlschreiber (6-7 , 6-3, 6-4 y 6-2). Y la combinación de sus golpes de autoridad permite que Feliciano López y Fernando Verdasco puedan sentenciar hoy la eliminatoria ganando el dobles (12.30, La 2) frente a Petzschner y Kohlschreiber, la amenaza alemana.

No es una cosa cualquiera. La Federación promociona a la pareja española como "una gran esperanza de futuro" al cierre de cada eliminatoria. El dúo, sin embargo, tiene razones para no sentir esa confianza. Feliciano López, por ejemplo, tuvo que subirse a toda prisa a un avión para jugar en Perú, donde se disputó la primera eliminatoria de la Davis 2008: Ferrer se había lesionado, Nadal había renunciado a jugar y alguien debía sustituirles. El elegido fue López, el chico que aprendió a jugar entrenado por los reclutas destacados en Melilla a las órdenes de su padre.

El primer set de Nadal ante Kiefer duró hora y media, con un primer juego de 15 minutos
El español critica el calendario: "Estoy cansado de decirlo, es una barbaridad"

Antes de Verdasco y López, sin embargo, tronaron los Héroes del Silencio y rugió Los Ojos del Tigre, la canción de Rocky. La selección de temas que recibió a los dos equipos se demostró, como poco, afortunada. No hubo héroes, tigres, silencio ni boxeadores. Hubo un tenista, Nadal, que ganó el primer punto para España tras disputar un primer set que duró hora y media. Y otro, Ferrer, que sudó tinta china frente a Kohlschreiber, que pidió la asistencia del fisioterapeuta, le enseñó el trasero a la pista, y se hundió.

La primera manga del partido de Nadal fue una tormenta de protestas, discusiones con el juez de silla, carracas, vítores españoles y sutilezas de Kiefer. En medio del vendaval, el español se arriesgó al naufragio. El primer juego, 15 minutos interminables, le vio desaprovechar siete bolas de break. El set, nueve. Y cuando merecía un castigo por tantas ocasiones desaprovechadas, convirtió la décima. Ése punto dejó a Kiefer a un paso de la dimisión. A Nadal, a un saque de ganar el primer set. No ocurrió ninguna de las dos cosas. El español perdió el servicio y se jugó la primera manga en el tie-break, donde nació el paseo sin paradas que le llevó hasta la victoria.

"Estar hora y media en pista rápida para un set es durísimo", explicó Nadal. "El que lo pierde se queda chafado. Todo lo que fuera que el partido se alargara, era favorable para mí", cerró antes de marcharse con prisa para vivir el partido de Ferrer, desgañitándose desde el banquillo. El número dos del mundo, sin embargo, se despidió con un aviso sobre lo que se le viene encima. "Para mí esto es una mala preparación para la tierra", dijo. "Venir aquí provoca que me tire un mes y una semana fuera de mi casa. Tendré tres o cuatro días para preparar el tramo más importante de la temporada. Los dirigentes nos hacen casi imposible la vida. Estoy cansado de decirlo: es una barbaridad".

España llega al sábado sin conocer la derrota. Que aventaje a su rival por 2-0 jugando fuera de casa es algo excepcional en su historial. Y hoy el dobles puede sentenciar. "Dependerá de momentos y emociones", avisó Emilio Sánchez Vicario, el capitán; "pero si antes la gente decía que con Verdasco y Feliciano nunca se sabía qué iba a pasar, ahora se sabe que van a plantar batalla".

Nadal celebra un golpe ganador en su partido ante Kiefer.
Nadal celebra un golpe ganador en su partido ante Kiefer.REUTERS

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