Las esperanzas de Aguirre
Cada día está más claro que Aguirre se presentará a las elecciones del PP para erigirse en líder del partido según los cálculos que parece había realizado si Rajoy no ganaba las elecciones.
El problema es que Aguirre cifra su esperanza en su liderazgo y sus votos en Madrid, pero creo que en esto no calcula muy bien. Hay que tener en cuenta que a Aguirre todo el mundo la identifica como pura ambición ya que, creo que interiormente, se siente superior y desprecia a sus compañeros de partido, y, por otra parte, se la identifica fuera de la capital como la extrema derecha pura. Los sistemas mediáticos que la apoyan, muy conocidos por todos, así lo avalan. Incluida "su televisión".
Y hay que considerar que esta mujer se pasa de vueltas frecuentemente por esos dos detalles insignificantes. Porque una cosa es tener mala uva y otra liderazgo, que no tienen nada que ver.
O sea, que Aguirre representa el nacionalismo español que se ha insertado en la capital, fruto de acción mediática muy significativa, pero que es tan antiguo y casposo como el periférico más radical. O sea, el "landismo" llevado a la política. Y supongo que en el PP habrá gente fuera de Madrid que comprenda que un partido no puede estar dirigido por alguien que abarque un espectro tan corto.
Aunque obviamente en todo partido político existen compras y ventas de prebendas que pueden hacer el milagro, pero que no creo que se produzca habiendo personajes con más valía y con algo que ella no domina, que es tan sencillo como guardar las formas, en donde Gallardón la lleva leguas.
Y que se fije en lo que al final ha pasado en el País Vasco y Cataluña con los extremismos políticos, aunque sean nacionalistas.
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