Poio pide que una de las familias gitanas vuelva a casa
El alcalde de Poio, Luciano Sobral, manifestó ayer su intención de que una de las familias que abandonó Monte Porreiro hace tres semanas regrese al barrio ante el inminente derribo de la chabola que ocupan en el poblado marginal de O Vao. Se trata de la familia Jiménez Salazar, que durante un mes y medio residió en un bajo de la calle Portugal del que es arrendataria y que abandonó ante el acoso vecinal.
El regidor precisó que el juez ya les remitió un requerimiento para que demolieran la casa, que no fue derribada en noviembre del año pasado con las otras sentenciadas por afectar a la estabilidad de varias construcciones colindantes. Fue precintada, pero la familia volvió a ocuparla hace apenas un mes. A la espera de que la orden del magistrado sea firme y ante la posibilidad de que éste no atienda la petición municipal de moratoria, Sobral optaría por el regreso de Antonio Jiménez y familia al bajo de la calle Portugal o, en su caso, instaría a Vicepresidencia a ofrecer una solución alternativa.
Entre tanto, sube la tensión en Caritel, donde este fin de semana se han repetido las protestas ante las viviendas de las dos familias de etnia gitana que ponen en tela de juicio la Comisión de Integración Permanente coordinada por Vicepresidencia. Un organismo contra el que ya se han manifestado los vecinos de esta parroquia de Ponte Caldelas. Lo consideran "una cortina de humo que no aporta solución alguna al conflicto" y piden que se abra una comisión de investigación para "depurar responsabilidades".
Fotos en la resistencia
El Ayuntamiento de Pontevedra, mientras tanto, presenta la exposición Vodas Xitanas, de la fotoperiodista Mónica Ferreirós. La muestra se exhibe en abril en el mismo lugar donde se gestó el movimiento social de repulsa contra los realojos, en la sede cultural de Monte Porreiro. La misma donde varias pancartas portan consignas contra los chabolistas, donde los vecinos adoptaron medidas de presión, y a escasos metros del edificio en el que dos de esas familias fueron acosadas por los residentes del barrio.
El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, por otro lado, ha desestimado el recurso presentado por la asociación de vecinos de O Vao, que dirige Carmen Esperón, con relación al proyecto del vial que atravesaría O Vao enlazando las carreteras de Pontevedra-Vilagarcía y Campañó.
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