Señales para la vida

Parece que hay división de opiniones pero, en líneas generales, a los alumnos de segundo curso de la ESO del instituto de Santa María del Águila, en El Ejido (Almería), les agradó la clase de educación vial que recibieron. "Creo, sinceramente, que a las chicas nos ha gustado más que a los chicos. Será por eso de que cantaban mucho...", conjetura Celia.

Y es que aquella clase no fue una lección al uso, con pizarra y pupitres de por medio. La lección que recibieron Celia Lirola (13 años) y el resto de sus compañeros se impartía desde las tablas del Teatro Municipal de El Ejido por cuatro jóvenes actores.

Ese ha sido el modo, mediante una obra teatral, con el que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha pretendido dejar patente la responsabilidad que los jóvenes de entre 14 y 17 años tienen en este ámbito.

El objetivo del musical 133.6 FM en el espacio interior es implicar a los jóvenes y dejarles patente conceptos esenciales: utilizar el casco cuando usen el ciclomotor, no beber alcohol si piensan conducir un vehículo y, sobre todo, que respeten las señales. El montaje teatral, que se desarrolla por los centros educativos de toda España y que hoy inicia su periplo en la provincia de Jaén, en el municipio de Marmolejo, acerca de una manera directa y con la interacción que permite este tipo de fórmulas, los mensajes de seguridad.

Los contenidos que transmite el guión se vinculan a valores de alta consideración para los jóvenes: libertad, autonomía, solidaridad, amigos, pareja, nuevas tecnologías, música y ocio. Lo cierto es que los personajes de Paula, Rafa, Juanma y María utilizan el argot con el que los estudiantes saben entenderse: "te has quedado pillado, tío...", "estás flipando", "no te ralles...". Con una escenografía moderna que imita una suerte de nave espacial los protagonistas de la historia dejan claro que las señales son una forma de comunicación y que el sistema de símbolos es el más antiguo para comunicarse entre las personas.

Amén de poner como ejemplo la civilización egipcia, los jóvenes espectadores ven señales de tráfico tan básicas como la de stop, la que indica un hospital cercano, la de Correos o la que advierte del peligro de animales en la calzada. La obra también utiliza la intriga como gancho primordial para un auditorio exigente y acostumbrado al audiovisual y a la rapidez en el montaje.

En la campaña, de ámbito nacional, se prevé que más de 100.000 jóvenes asistan a la representación.