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La carrera hacia la Casa Blanca

"Con España hay que mirar hacia adelante"

McCain es partidario de superar episodios como la crisis de Irak

Antonio Caño

El candidato presidencial republicano, John McCain, está dispuesto a cambiar la política de distanciamiento con el Gobierno español impuesta desde hace cuatro años por George Bush. Se declara partidario de normalizar plenamente las relaciones bilaterales y de que José Luis Rodríguez Zapatero sea invitado a la Casa Blanca. En una entrevista a bordo del avión que lo trasladaba desde Memphis, donde participó en los actos del 40º aniversario del asesinato de Martin Luther King, hasta su hogar en Phoenix, McCain declara que "es el momento de dejar atrás discrepancias con España" y añade: "Me gustaría que [el presidente Zapatero] visitara Estados Unidos. Yo estoy muy interesado, no sólo en normalizar las relaciones con España, sino en conseguir unas relaciones buenas y productivas con objeto de atender muchos asuntos y desafíos a los que tenemos que hacer frente juntos", afirma.

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McCain no quiere volver a discutir episodios como la retirada de las tropas españolas de Irak, los comentarios de Zapatero sobre la presencia de otros países allí, sobre la política interna norteamericana o su desplante a la bandera estadounidense. Cree que ésos son problemas ya zanjados.

"Hay que entender", explica, "que hay cosas que pasan durante las campañas electorales, cosas que se dicen, decisiones que se toman en determinadas circunstancias políticas... Y hay que entender también que puede haber coincidencias y discrepancias". "Pero creo que éste es el momento de dejar esas cosas atrás", añade, insistiendo en no comentar el pasado, "y de mirar hacia adelante con la perspectiva de que tenemos muchos más valores y objetivos que nos unen que diferencias que nos separan".

Si es elegido presidente el próximo noviembre, McCain promete trabajar con esa perspectiva y confía en que la actitud del Gobierno español sea recíproca: "Creo que va en beneficio nuestro, de EE UU, así como en beneficio del Gobierno y del pueblo de España continuar el nivel de relaciones estrechas que hemos mantenido durante muchos años".

Es la primera vez a lo largo de esta campaña que un candidato se refiere al actual momento frío de las relaciones diplomáticas entre España y EE UU, cuyos dos presidentes llevan más de cuatro años sin hablar. Ese estado de las relaciones se ha visto simbolizado por el hecho insólito de que Zapatero es el primer dirigente de la democracia española que no ha visitado Estados Unidos.

La diplomacia española tenía confianza en que, en el caso de la victoria en noviembre del candidato demócrata, esa situación se corregiría de inmediato. Pero existían más dudas respecto a la posición de un candidato republicano que ha recibido el apoyo de Bush y que es partidario de continuar la guerra de Irak.

McCain demuestra, no obstante, en éste como en otros temas, su propia personalidad política y su perfil de conservador moderado y esencialmente pragmático. Sus asesores pronostican que el Gobierno español no debería de encontrar muchas dificultades para entenderse con él. Pero advierten de que hay un asunto de política internacional en el que McCain es muy sensible y con el que las autoridades españolas deben de tener mucho cuidado: Cuba.

Cuba es un casus belli de orden moral para McCain. Durante sus casi cinco años como prisionero en Vietnam, McCain accedió en una ocasión a ser entrevistado por un presunto periodista que formaba parte de una supuesta delegación de paz española. En realidad se trataba de un psiquiatra cubano que le preguntó cosas como si estaba arrepentido por haber bombardeado Vietnam y que después publicó esa entrevista en Granma convertida en el retrato de un psicópata.

McCain vivió varios años en Jacksonville (Florida) y considera ese territorio como lo más cercano a lo que podría ser su pueblo. Eso le ha mantenido vinculado siempre a los problemas del exilio cubano, al que ha prometido proteger y ayudar al máximo si es elegido presidente. "No va a ser fácil que el senador McCain compre ideas como la del diálogo con Raúl Castro o la negociación con el régimen", dice una de sus principales asesoras en esta materia.

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