_
_
_
_
EL CORNER INGLÉS
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La pareja del año

Una de las noticias de mayor trascendencia en Inglaterra, tras la victoria del Manchester United contra el Roma en la primera vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones, ha sido la decisión de Coleen McLoughlin de cambiar su fiesta de despedida de soltera del 23 al 30 de mayo.

No será una fiesta de despedida cualquiera. Durará todo un fin de semana y, para deleite de los paparazzi ingleses, incluirá borracheras en más de una ciudad, con 20 íntimas amigas de la futura novia invitadas.

¿Quién, se pregunta el lector, es Coleen McLoughlin? Pues ni más ni menos que la futura esposa de Wayne Rooney, una joven de 22 años que está a punto de arrebatarle a Victoria Beckham el título de mujer más cautivadora de Inglaterra. Si alguien lo duda que se fije en los números. La revista OK pagó un millón y medio de euros por el derecho a fotografiar en exclusiva la boda de Victoria y David. La misma revista ya ha ofrecido tres veces más por los derechos de cubrir la de la llamada style queen (reina del estilo) Coleen. Lo cual tiene mucho mérito ya que, fuera del campo, el no muy fotogénico delantero del Manchester United (le propuso matrimonio a Coleen en una gasolinera) es una de las personas menos interesantes del mundo

Una revista ya ha ofrecido por la boda de Rooney y Coleen el triple de lo que le costó la de Beckham y Victoria
Más información
Arsenal y Liverpool también igualan 1-1 en la Premier
Rooney salva al Manchester ante el Middlesbrough

El fútbol es ya mucho más que el fútbol. Aquel juego entre 22 personas que dura 90 minutos sigue manteniendo un gran interés, pero un día de estos, si se descuida, el monstruo que le rodea se lo va a comer. El fútbol será la guinda, y todo lo demás, el pastel. Buena parte de él se lo van a llevar las mujeres. Ya no es necesario casarse con un futbolista más o menos famoso para convertirse de la noche a la mañana en una persona famosa y rica. Ni siquiera es necesario ser novia de uno de ellos. Una noche de locura ya es suficiente, como en el caso de Rebecca Loos, que vendió su relato del supuesto affaire que tuvo con David Beckham al diario News of the World, mensajes de texto íntimos incluidos, por medio millón de euros.

Decenas de chicas desconocidas han seguido el ejemplo de la Loos. Esta misma semana, bajo el titular "los secretos sexuales de los futbolistas", el Daily Mail publicó una historia citando las intimidades de la novia del suplente del Liverpool, Peter Crouch, de la ex del ghanés del Chelsea, Michael Essien, y de otras cuatro chicas futboleras, retratadas en bikini, o menos. No sólo se le habría pagado a cada una de ellas por contar sus historias (absolutamente banales en todos los casos, pero el chiste estaba en el titular), sino que las menos famosas se verían pante la oportunidad de convertir su fama fugaz en algo más duradero y enriquecedor.

Como ha sido el caso de la Coleen, que ya ha publicado tres libros -entre biografías y manuales para analfabetas de la moda- y está a punto de lanzar otro con consejos fashion para niñas de diez años. Hablando de analfabetos, una de las historias de la semana en Inglaterra ha sido que Coleen se llevó a Wayne a Milán a comprarle su traje de bodas. Las fotos de prensa que han eternizado este acontecimiento muestran a Wayne cargando una gran bolsa de ropa de marca en una perpleja y poco convincente imitación de David Beckham, que, por cierto, no será invitado a la boda por temor, según dicen, a que su esposa haga un desesperado último intento de evitar que Coleen usurpe su corona.

Ah, y en cuanto a por qué Coleen cambió la fecha de su fiesta de despedida, tiene que ver con que la final de la Champions se juega el 21 de mayo y, en el caso de que el Manchester llegue a la final y la gane, ella quiere salir en la foto con Wayne, celebrando la victoria con su bebida favorita, un champán que cuesta (el dato puede ser de interés para aquellos que aspiren al glamour de la pareja inglesa del año) 300 euros la botella.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_