Tres músicos fundan la tercera orquesta profesional de Valencia
La Filarmónica, de carácter privado, debutará el domingo en concierto
La tercera orquesta profesional de la ciudad de Valencia, que se une a la de la Comunitat Valenciana y la de Valencia, nació ayer con la intención de "dar trabajo a músicos que no tienen donde tocar", como afirmó Vicente Martínez Alpuente, que ejercerá como director musical de la Orquesta Filarmónica de Valencia. Se trata de una iniciativa privada, que copia un modelo que ya funciona con éxito en muchas ciudades de Europa, y que parte de la esencia etimológica de su adjetivo: filarmónica significa amor a la música. Y una orquesta filarmónica es un grupo de amantes de la música que se juntan para tocar con, en teoría, un espíritu altruista.
Tres músicos, los cantantes de ópera Guillermo Armada y Carlos Rebullida y el citado Martínez Alpuente, son los responsables de un proyecto "heroico", como resaltaba su director musical. Por ello, con cierta ironía, debutarán este domingo, en el Palau de la Música de Valencia, en un concierto que tendrá como plato fuerte la Heroica de Beethoven, la tercera sinfonía del músico alemán, y como invitado de lujo al pianista Javier Perianes, considerado uno de los jóvenes talentos de la interpretación musical. El concierto inaugural, titulado Una tarde con Beethoven, incluirá también la obertura Coriolano y el concierto Emperador.
La Filarmónica de Valencia nace de la iniciativa privada, de la aportación de empresas que insuflen capital económico como prevé la Ley de Mecenazgo, con la idea de buscar "un concepto de orquesta distinto" al habitual en España. De hecho, sus promotores recordaron que "las únicas orquestas españolas que generan beneficios son privadas" y "la cultura no puede ser deficitaria". De momento, su principal empeño está puesto en la captación de firmas patrocinadoras, que se unan a IM2 Systems, Ocide y Rivera Música, sus actuales valedores.
La nueva formación surgida ayer está compuesta, en un 50%, por músicos profesionales valencianos que trabajan en otras orquestas. El resto de sus componentes procede de más de una decena de países. Y su composición no tiene un número de músicos fijo, sino que varía "según el repertorio del concierto", como indicó Rebullida, su director artístico. Dicha flexibilidad copia un modelo que ha alcanzado una notable implantación en países como Alemania o Austria, y que en España se manifiesta en formaciones como las que existen en Andalucía, Cadaqués o el Vallés.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.