"En el piso, me lo he pasado bomba"

"En el piso me lo he pasado bomba y he aprendido muchas cosas. A cocinar, a hacer conjuntos con las ropas de casa... y a maquillarme. Me da mucha pena que se acabe la estancia y quiero que se vuelva a repetir". Oihana dejó escritas estas sinceras líneas el año pasado después de participar en Enebizia, el primer proyecto de vida independiente que organizó la Asociación Síndrome de Down Álava. Y así se lo contó a su amigo Rubén Barbero, con la intención de animarle. Rubén aceptó y ayer mismo, en su primer día, se afanaba por aprender en el interrior del piso los rudimentos de la cesta de la compra. Es uno de los participantes la segunda edición de Enebizia, que se prolongará hasta diciembre, gracias al respaldo de la Diputación foral.

"Suelo bajar a comprar el pan, además sé barrer y hacer la cama"

El éxito de la experiencia de 2007, cuando cinco chicos y chicas con esta discapacidad intelectual compartieron espacio y aprendieron a vivir con autonomía, tiene visos de repetirse este año. La ilusión de Rubén así lo anuncia. No en vano llega con cierta experiencia. "Suelo bajar a comprar el pan, además sé barrer y hacer la cama, aunque lo que más me gusta es cocinar, me encantan las tortillas", apunta. No cabe duda de que sus compañeros de piso, que se irán sumando a lo largo de la semana, cuentan con un buen aprendiz de Argiñano. Dos educadoras les atienden en turnos de mañana y tarde. Se les enseña todas las prácticas domésticas: desde sacar dinero en la sucursal correspondiente de la Caja de Ahorros de Navarra, que apoya el proyecto, hasta poner la lavadora o planchar. Al mismo tiempo, mantienen su vida cotidiana: el trabajo en la empresa Gureak Araba -colaboradora en Enebizia- o el entrenamiento de fútbol, como Rubén. Y por la noche, a dormir a la casa familiar. "En julio, comenzará la experiencia de quedarse el fin de semana, alternativamente, en el piso. La idea es que, con el tiempo emprendan una vida interindependiente", explica Yolanda Sanz, coordinadora de la Asociación Síndrome de Down Álava.

"Se trata de que se ejerciten en las habilidades suficientes para vivir con autonomía, aunque cuenten con el apoyo familiar en determinados momentos", aclara Sanz. El inconveniente llega con la sobreprotección de la familia y el entorno más cercano. Por eso, hasta ahora se optaba por pisos tutelados, "pero está claro que quieren vivir con quienes les apetece, no con alguien impuesto", añade la coordinadora de la asociación.

Poco a poco, mediante el boca a oreja, los 60 miembros de la asociación Down Álava podrán emprender su camino hacia la autonomía. Todos los que participaron en el proyecto en 2007 están deseando irse a vivir por su cuenta. Este verano, volverán a tener su segunda oportunidad, cuando regresen al piso a convivir con los actuales inquilinos. Entonces llegará el momento en que Álvaro vuelva a sacar él solo dinero del cajero automático, y que Lucía repita lo que dejó escrito el año pasado: "Me gustaría dormir todas las noches y vivir yo sola, estoy a gusto, para aprender cosas del hogar".